Al consultarle a productores de Monagas acerca de las afectaciones que tiene el precio de la carne en la sociedad, manifestaron que la misma debe estar por el orden de los 196 bolívares, en vista de lo costoso que es actualmente trabajar en la producción animal.
José Antonio Adrián, presidente de la Asociación de Productores Integrales de Monagas (Asoprimo), destacó que son muchas las situaciones que afectan al productor venezolano y aseguró que «el precio de la carne a pesar de que ha subido el año pasado con precios que nunca había llegado en Venezuela, la misma, bajó».
Pierden 0,30 por kilo
Acotó que son los productores son los que están financiando el rubro, debido a que un kilo de toro en pie, que debería estar por encima del dólar 0,80; lo están recibiendo en los comercios a un precio de 3,3$ el más malo, oscila en un precio de 3,6, por lo que pierden 30 centavos, que viene a ser uno de los problemas que presentan, además que tienen que lidiar con la extorsión, niveles de inseguridad, abigeato, entre otros que merman la producción en las fincas de Monagas.
Destacó que están conscientes de que un trabajador, sobre todo, de la empresa pública, que gana alrededor de 130 bolívares al mes, no puede costear un kilo de carne o queso, que debe estar actualmente en 5 dólares el kilo.
Explicó que en tiempo de sequía, éste sufre un incremento, mientras que en invierno hay mayor producción de leche, y por ende, de queso el cual bajó durante el mes de enero, «precisamente por el problema de la gente que está ganando 130 bolívares, ¿quién va a comprar queso a un precio de 4 o 5 dólares? ¿cómo hace para comprar un kilo de carne, pollo, huevos, leche cuando la canasta básica está por el orden de 400 dólares?», dijo Adrián.
Falta de combustible afecta
«La ganancia de nosotros han mermado, además porque hay inflación en dólares», precisó el productor, quien añadió que necesitan financiamiento para aumentar la producción, que requiere además de semovientes, las maquinarias para quien quiera sembrar, y los rubros que las mismas necesitan, así como también se ven afectados por la escasez de combustible y otros precios de productos que deben adquirirlos al precio de dólar, sin financiamiento.
La urea cuesta 40-50 dólares, el saco de abono 70-80$, una hectárea de maíz en 1.400-1.500 dólares; «no se consigue a los mismos precios de Agroisleña que incluso financiaba, son pasos hacia atrás», alegó.
«Cada quien busca por sus propios medios para movilizarnos, también afecta el problema de las bombas dolarizadas, hay problemas con el diésel, ¿cuántos kilos de queso a 3,5 hay que vender para comprar un tambor de gasoil?», se preguntó a la vez que añadió que en Venezuela hay tierras, productores, gente preparada, para coadyuvar al desarrollo del país.
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