El año 2022 cerró con un incremento notable en los productos de primera necesidad, lo cual heredó la primera semana del 2023, lo que ha generado gran preocupación en los habitantes de Monagas que no saben qué comprar y cómo rendir la comida.
Luisa Álvarez resaltó que «todo está demasiado costoso, uno no encuentra qué comprar, yo que soy la que compra tengo que hacer milagros para rendir la comida, siempre le digo a mis hijos eso, que ellos no saben lo que me toca hacer para que ellos puedan comer».
Agregó que los artículos de primera necesidad, sobre todo, las proteínas están incomprables. Y es que por ejemplo, el kilo de pollo se encuentra entre 51 y 63 bolívares, dependiendo la granja y cada día aumenta entre dos y cinco bolívares, lo que lo hace uno de los productos más costosos de las cesta básica.
Asimismo, el kilo de carne se vende entre 100 y 110 -115 bolívares, mientras que el pescado más económico se ubica en 30 y 35 bolívares al día de hoy.
Esto equivale a decir que dichos productos, han experimentado un incremento de 75 % a partir del mes de junio cuando el kilo de pollo se ubicaba en 13 bolívares, la carne en 17 y el pescado en 7 bolívares, pasando a costar en noviembre, 26 bolívares el kilo de pollo; 30 la carne y 28 el de pescado.
La primera semana de diciembre se ubicó en 40 bolívares el kilo de pollo; 55 para la carne de res y 30 el pescado, proteína que menos incremento ha sufrido.
El pollo terminó costando el 2022, entre 51 y 63 Bs. haciendo cuesta arriba su compra, igual que el resto de las proteínas.
El pollo despresado tiene un precio más elevado, debido a que solo las patas, tienen un costo de 65 y 70 bolívares; la pechuga cuesta entre 70 y 75 Bs., muslos en 60 bolívares el kilo, las alas se dispararon a 80 bolívares.
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Los sueldos continúan por las escaleras, y los precios de los productos de primera necesidad por el elevador. Hasta cuando Dios.