Ángel Custodio Bastardo fue algo más que un personaje popular en Maturín. Fue catalogado, gracias a su negocio ubicado en el sector El Paraíso, avenida Rojas, como «el salvador» cuando se realizaba una fiesta y era necesario proveerse.

Gracias a él, las reuniones de muchos monaguenses nunca se detuvieron.

Nació en Caripe, pero desde joven se trasladó a Maturín. Aquí se le conoció muy jovial, alegre, siempre dispuesto para atender a quienes lo solicitaban.

Custodio falleció en la paz del Señor a los 94 años de edad a la 1 de la tarde de este jueves 17 de noviembre 2022.

¡Gracias Custodio por ser el salvador de nuestras rumbas!, escribieron en el facebook desde «Soy de Maturín».

Por siempre perdurará esa frase ¡VAMOS PA’ DONDE CUSTODIO!

El profesor Eudys Marín reaccionó en sus redes sociales:

¡Dale pa’ dónde Custodio!

«Un pueblo que no conoce su historia no puede comprender el presente ni construir el porvenir»

Helmut Kohl

Esta ciudad cada día deja de ser nuestra, con el transcurrir del tiempo se nos vuelve irreconocible y poco placentera. Ante ello nos toca siempre, volver la mirada atrás con el fin de reencontrarnos con esa Maturín que es parte fundamental de nuestra historia personal y con esos personajes que dotados de carisma, talento y méritos se hacen acreedores del cariño y respeto de la población, seres que se convierten automáticamente en referentes obligados a la hora de escribir o contar la historia local.

Custodio Bastardo era uno de ellos para quienes vivimos a plenitud nuestros años juveniles y nuestra especial condición de universitarios.

La consigna más policlasista en la Maturín que va quedando atrás era «Dale pa’ dónde Custodio» con la absoluta seguridad de encontrar a cualquier hora de la madrugada en su búnker todo lo necesario para proseguir con la rumba.

Esta tarde, fuera de Maturín, me he enterado de su partida, mañana estaré de regreso a mi amada ciudad para tributarle una vez más al buen amigo y consecuente protector de nuestra vida bohemia el afecto incondicional que desde muchacho le profesé.

Custodio con su trabajo supo ganarse no solo la admiración y la simpatía de una generación, sino además sin quererlo, convertirse en uno de los personajes emblemáticos de Maturín.

En nombre de quienes tantas veces tocamos en la madrugada la puerta de tu casa o gritábamos a todo pulmón tu nombre, inspirados por un nuevo amor o desengaño, por haber aprobado las materias en la universidad o simplemente por sentirnos vivos y parte de algo especial…

¡Muchas gracias!

Hasta siempre, Custodiooooooo».

Carlos Enrique Brazón escribió en la red social facebook:

Dios te dé él descanso eterno Custodio..

Persona muy conocida en todo Maturín.

Sobre todo por los rumberos…

Bastante veces que fui en las madrugadas.

Carlos Monterola escribió: «Tantas generaciones que atendiste a toda hora, pero sobre todo de madrugada, era una fija proveerse de las bebidas espirituosas, para seguir la rumba amaneciendo con el infaltable Sancocho en una esquina, terreno o casa. Tiempos sanos. Qepd».

Hasta sus familiares y amigos, nuestras sentidas palabras de condolencia en tan difícil momento. Paz a su alma.

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