El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó este viernes por unanimidad la imposición de sanciones a grupos armados de Haití que controlan grandes zonas del país, incluidas importantes infraestructuras y vías de comunicación.
Las sanciones incluyen no solo un embargo de armas para los actores no estatales, sino también una prohibición de viajar fuera del país a los líderes de las bandas armadas, más la congelación de sus bienes bancarios.
Los quince miembros del consejo, incluidos Rusia y China, que habían mostrado antes sus reservas, apoyaron la resolución que fue redactada por Estados Unidos y México para intentar poner freno a la violencia y ayudar así al Gobierno a controlar la situación en un momento en el que el país sufre un brote de cólera.
Haití sumergida en una ola de violencia
«Buscamos ante todo apoyar a Haití en su lucha por establecer una convivencia pacífica y una gobernabilidad democrática», aseguró el representante de México, Juan Ramón de la Fuente, que alabó la inclusión de un embargo de armas en la resolución.
De la Fuente subrayó que «el Consejo de Seguridad ha dado una señal clara de que la violencia tiene que parar y no debe quedar impune. También es importante haber establecido un embargo para cualquier transferencia de armas para esos actores no estatales que, además de aterrorizar a la población civil, desestabilizan al país».
Por su parte, la embajadora de EE.UU. para la ONU, Linda Thomas-Greenfield, subrayó que la decisión tomada hoy «es una respuesta inicial a los llamados de auxilio del pueblo haitiano. Quieren que tomemos medidas contra los criminales, incluidas las pandillas y quienes las financian, que han estado socavando la estabilidad y expandiendo la pobreza».
Thomas-Greenfield agregó que con esta resolución el máximo órgano de la ONU está enviando «un claro mensaje a los malos actores que mantienen secuestrado a Haití», aunque aseguró que supone «únicamente un primer paso».
«Tenemos mucho más trabajo por hacer. Ahora que este Consejo ha tomado medidas decisivas para enviar una fuerte señal a las pandillas y a quienes las financian a través de nuevas sanciones específicas, debemos aprovechar estos esfuerzos para abordar otro desafío inmediato para ayudar a restaurar la seguridad y aliviar la crisis humanitaria en Haiti», subrayó.
La diplomática estadounidense se refería a la intención de EE.UU. y México de presentar una segunda resolución que incluya el envío de una fuerza armada para ayudar a las autoridades de la isla a restaurar la seguridad, y ante la que China y Rusia se han mostrado reticentes hasta la fecha.
Haití agradece sanciones y embargo de armas impuesto por ONU a grupos armados
El representante permanente de Haití ante Naciones Unidas, Antonio Rodrigue, agradeció la iniciativa de los países del Consejo de Seguridad pero subrayó que se necesitan más medidas para restaurar la seguridad.
«No cabe ninguna duda de que estas medidas contribuirán a poner fin a las actividades violentas y mortíferas de estos grupos armados en el país, que están causando numerosas víctimas y desplazamientos masivos de la población».
Antonio Rodrigue, Rpte. de Haití en la ONU.
El diplomático haitiano destacó que las sanciones están dirigidas contra los líderes de los grupos armados que operan en Haití, así como contra quienes les ofrecen financiación, «ya sea mediante el envío de armas, munición u otros medios».
Asimismo, incluye la prohibición de viajar a estas personas así como la congelación de sus bienes.
Sin embargo, Rodrigue advirtió que «únicamente con sanciones no se puede erradicar el alto nivel de violencia que asola Haití».
Haití indefenso
En este sentido, subrayó que las fuerzas de seguridad de Haití «no tienen la capacidad necesaria para responder a la amenaza que representan los grupos armados»
El pasado 7 de octubre, el primer ministro haitiano, Ariel Henry, solicitó el apoyo de una fuerza armada internacional para ayudar a asegurar el libre movimiento de agua, combustible y material médico para evitar que la situación en el país se deteriore aún más.
Un llamado que recogió el secretario general de la ONU, António Guterres, dos días después y propuso en envío a Haití de una «fuerza de acción rápida» compuesta por militares de uno o varios países para ayudar al Gobierno a recuperar el control de Puerto Príncipe de las bandas armadas que actualmente dominan partes de la capital y desbloquear el suministro de combustible y otros productos básicos.
Estados Unidos ha mostrado su disposición a apoyar esta fuerza directamente, pero todavía se desconoce que país o países la liderarían o conformarían, y ya Rusia y China han mostrado sus reservas a la intervención internacional, mientras que en la propia capital haitiana ha habido manifestaciones contra la eventual llegada de tropas extranjeras.
Con información de El Caribe.do
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