Con 19 años de fundado el sector Rómulo Gallegos, ubicado en las adyacencias del caño que atraviesa la avenida Universidad, sus habitantes continúan viviendo una calamidad, la cual se agudiza cada vez que llueve y si es de noche, no logran conciliar el sueño, por temor a inundarse.
Alrededor de 87 familias viven en tres calles el sector, donde se contabilizan unos 40 casas de zinc, otras a medio terminar. «Eso abajo está que se derrumba, hace como diez años se hizo como un muro de contención, pero está que cede. Queremos que hagan presencia en este sector y nos ayuden, que se acuerden de nosotros que también somos seres humanos, que vengan y vean las condiciones en las cuales vivimos. Una vez nos censaron», precisó Rosa Cedeño, quien tiene 17 años en la zona.
Puro pantano y monte
Según denuncian vecinos de la zona, y de acuerdo a lo observado durante el recorrido realizado por el equipo de La Verdad de Monagas, no hay calles asfaltadas y mucho menos, transitables, por lo que durante el tiempo de lluvias, deben lidiar con el pantano que se forma. «La misma comunidad nos hemos unido y tratamos de rellenar, pero cada vez que llueve esto se convierte en un pantano y no hallamos como salir ni entrar de aquí, algunos se quitan los zapatos y se los colocan de nuevo en la salida para poder ir a trabajar», dijo Luzmila Sandoval.
Aseguran que alrededor del 2015-2016, recibieron ayuda gubernamental porque el agua del caño se les metió a las casas y debieron colocarlas camas y demás enseres en alto. «Una sola vez nos dieron ayuda, colchonetas y comida, una sola vez fue eso», dijo Sandoval.
Toda clase de calamidades
Por su parte, Ciro Bolívar, quien se encuentra en cama desde hace tres años, solicita la consolidación del sector. «Muchas veces no puedo ni ir al médico por el mal estado de las calles, debo ir en silla de ruedas, pero se queda atascada en el lodo».
Francis Villafranca alegó que la zona se inunda constantemente, debido a que el año crece, además la zona se encuentra amontada, lo que trae consigo gran cantidad de zancudos, mosquitos, culebras, roedores. «A pesar de que estamos cerca de la carretera, hay muchos bichos, mucho monte, hemos pedido ayuda, hemos pasado cartas porque hay mucho charco y los niños se enferman por las picaduras de zancudos, gripes, diarreas, fiebre, enfermedades de piel, tenemos niños con bajo peso».
El caño fue embaulado hasta cierta parte, y cuando llueve arrastra basura y sedimento hasta el final del mismo donde quedó sin cemento, y al subir el cauce se mete a los patios de las casas y al no tener salida, inunda el sector.
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