El padre monaguense Jimmy Hidalgo ya pudo ver y abrazar a su hijo Jheison, quien tras cruzar la peligrosa selva del Darién y llegar a Honduras, perdió la memoria.
El angustiado padre hizo una travesía desde Ecuador, donde se encontraba residenciado luego de emigrar desde Venezuela hace varios años, sin embargo, al enterarse del percance por el que atravesaba su hijo, no dudo en emprender el viaje para acompañarlo en este momento por su delicado estado de salud.
Una nota de prensa del comunicador social Miller Alvino Medina da cuenta del encuentro entre padre e hijo en territorio hondureño, donde llegó para brindarle el calor de familia para lograr su curación.
Padre llega para ayudar
De acuerdo con el periodista la historia de Jheison Hidalgo conmovió al país e impresionó a sus familiares en Venezuela, nunca pensaron que al muchacho le pasara algo tan terrible en la búsqueda del sueño americano.
El joven deambulaba por las calles y tuvo que ser recluido en un hospital de este país mientras su familia hace diligencias para su rescate.
Jimmy, papá de Jheison, llegó a Tegucigalpa y pudo ver a su hijo durante escasos minutos el pasado 15 de septiembre”, informó Alvino en su cuenta de Twitter.
“Le darán un día por semana para que pueda ver a su hijo en el Centro Especializado Mario Mendoza”.
Jimmy relató que vio a su hijo delgado, que sigue respondiendo al tratamiento y que confía en los médicos para su recuperación. “Él se quedará en Tegucigalpa mientras su hijo sea dado de alta médica”, indicó el reportero.
En cuanto a la salud de Jheison, “dice que se siente adolorido y le han dado muchos dolores de cabeza, pero que espera recuperarse con los días
Jheison es oriundo de La Toscana, estado Monagas, y jugaba fútbol en sus tiempos libres.
En días recientes, el propio Alvino comentó que “Jheison Hurtado logró salir vivo del Tapón del Darién y llegó a Honduras, donde su salud mental se vio afectada, lo que lo llevó a deambular por las calles”.
Una información no confirmada de unas personas que lo acompañaban indicaba que el joven “ingirió en la selva un té de flores”, lo que aparentemente ocasionó que delirara hasta perder la memoria.
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