Habitantes del sector Los Jabillos I y II de la parroquia Boquerón, manifestaron su incomodidad al tener que permanecer rodeados de charco y polvo. Las calles se encuentran totalmente deterioradas, ya los vehículos de la línea de transporte no quieren transitar por el lugar por temor a dañarlos, alegan los habitantes que esta situación lleva más de tres años sin que hasta ahora las autoridades gubernamentales se hayan abocado a la solución.
En el sector uno, hace alrededor de tres meses se hizo un trabajo de poda de árboles, pero las ramas no las han quitado de la zona, por lo que solicitan a los entes competentes retirar dichos escombros, que incluso están al frente del liceo Simón Bolívar, en la entrada de uno de los urbanismos, en el enmontado estadio.
En el sector dos, manifestaron, que cuando hace sol, deben lidiar con el polvero que se levanta y cuando llueve se forman enormes lagunas. José Carvajal comentó que han solicitan el asfaltado a las autoridades, por lo que conocen lo que se padece en la zona, se les ha pasado cartas, los vecinos han denunciado y a siete meses de gobierno aún no tienen respuestas.
Requieren alumbrado público
Agregó que otro de los problemas que padecen es la falta de alumbrado público, «esto permanece a oscuras, de noche es una boca de lobo, esto lleva más de tres años, casi nadie se quiere meter por aquí, hay personas que sufren de asma, los enfermos aguantándose un poco, mientras ellos, lo único que hacen es prometer y buscar votos», dijo Carvajal.
Asimismo, Judith Medina agregó que «esta calle está en estas condiciones desde hace más de tres años, mi mamá es una persona de 89 años y ha estado con problemas respiratorios, la tuve hospitalizada, fue muy costoso, por eso necesitamos la solución a este problema lo más pronto posible, yo me he caído allí varias veces, porque es muy incómodo para uno salir, y cuando no está lloviendo es el polvo y eso afecta mucho más a mi mamá», expresó.
Se originó al colocar tuberías para red de cloacas
Medina indicó que el problema se generó desde que abrieron el canal para las aguas negras y no fue asfaltado, por lo que además las aguas servidas se desbordan generando contaminación por los malos olores que se desprenden. «Seguimos esperando la solución, que Dios toque esos corazones y tengan esa compasión para nosotros», destacó.
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