Más de una década con las ventas caídas han debido sortear las adversidades en El Corozo para sostener a sus familias, puesto que desde la construcción de la autopista La Vinotinto logró desviar a transportistas y turistas.
Esto ha conllevado a qué más de cien dulceros hayan mudado sus ventas hacia El Furrial, otros se han ido del país debido a la situación económica, es ahora cuando la familia Roca, ha decidido reiniciar su emprendimiento, pero solicitan ayuda gubernamental, no solo para ellos, sino para todos los dulceros de El Corozo, El Furrial y La Candelaria, respectivamente.
A partir del 3 de agosto, se entusiasmaron para reimpulsar la tradición ancestral que los ha mantenido como la zona dulce de Monagas, sin embargo, aseguran que con lo costoso que sale elaborar un dulce, hacen pocas creaciones para la venta.
Solicitan ayuda para mejorar ventas
«Estamos en El Corozo, ofreciendo nuestros deliciosos dulces y esperando a todos esos visitantes y turistas para que vengan a probar nuestros dulces. Aquí habían aproximadamente más de cien vendedores de dulces activados, pero con la situación que tenemos todos necesitamos ayuda para reactivarnos y nuestra tradición no caiga, pedimos que nos ayuden para que nuestro pueblo se vea alegre como antes, que el turista pase por aquí y adquiera su producto», destacó Yoli Roca.
Acotan los vendedores que se encuentran preparando pocos dulces debido a que la venta ha bajado, aun cuando con lo poco que hacen han podido subsistir, recomiendan el dulce de leche, lechosa, durazno, maní, turrones de colores, todos a buenos precios.
Alegan que como todos los comercios, hay días buenos y días malos, pero se mantienen en el lugar, en medio del sol, a plena lluvia, debajo de un pequeño toldito, trabajando por encargo, en familia, a veces los hacen al calor de la leña, aunque dicen que el sabor no es el mismo.
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