Debido a la convocatoria de marcha, la mañana de este viernes se vio afectada la ciudad debido al tráfico vehicular, por lo que se evidenció el colapso de las diferentes calles y avenidas de Maturín.
Como de costumbre, cuando cierran la avenida Bolívar, se genera el caos vehicular y por esta circunstancia, aparecen largas colas y por ende, el retraso para muchas personas que debían acudir a tempranas horas a sus lugares de trabajo.
No faltó quien dijera improperios a otros conductores, así como a los entes del gobierno, que en este caso fueron los que determinaron el cierre vial para la prosecución de la concentración.
Los transeúntes fueron dejados en puntos cercanos al casco central y tuvieron que irse caminando hasta sus sitios de labor, o para hacer algunas diligencias o compras.
Sin embargo, es de hacer notar que en esta oportunidad hubo mayor fluidez del transporte público para que las personas pudieran movilizarse con mayor facilidad, lo cual muchos agradecieron, como la señora María Hernández, quien debía dirigirse hasta el hospital central de Maturín. Señaló que “lo único malo, es que el autobús debía dar más vueltas y hay muchas trancas”.
Sofía Mendoza se trasladaba desde el Mercado nuevo hasta las inmediaciones de la Juncal y dijo: “me vine en un ruta cinco que se tuvo que desviar hasta la Orinoco después que estaba cerca de la Piar y me quedé en la Ayacucho, después tuve que caminar hasta más arriba de la Juncal, esto es un desastre”.
En los cruces de las avenidas se observó cómo los vehículos cruzaban en distintas direcciones por la carencia de semáforos y por este motivo, algunos estuvieron a punto de choque.
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