Los dos incendios que quemaron 20.600 hectáreas desde hace más de una semana en el suroeste de Francia «avanzaron muy poco» durante la noche, indicaron este miércoles las autoridades, antes de una visita del presidente Emmanuel Macron.
Con 300 hectáreas destruidas durante la noche, «el balance es más bien positivo», aunque «los dos incendios todavía no fueron controlados», advirtió el teniente coronel Arnaud Mendousse, de los servicios de emergencia Sdis de la zona.
El incendio de Landiras, a 40 kilómetros al sur de Burdeos, calcinó 13.600 hectáreas de vegetación y el de La Teste-de-Buch, que alcanzó los alrededores de la Duna de Pilat, la más grande de Europa, destruyó 7.000 hectáreas.
Durante la noche no se llevaron a cabo nuevas evacuaciones. Desde el inicio de los incendios, más de 36.750 personas, tanto veraneantes como locales, se vieron obligadas a abandonar sus residencias, sobre todo por la humareda.
«La situación es más favorable porque las condiciones meteorológicas se normalizaron», indicó el jefe de los bomberos de la zona, Marc Vermeulen, al presidente francés, durante su visita a La Teste-de-Buch.
Macron, que rindió homenaje a las fuerzas de seguridad que trabajan en la extinción de las llamas, abogó por la compra de «más» aviones europeos para luchar contra los incendios y por reforestar «con reglas diferentes».
La ola de calor que golpeó Francia, así como parte de Europa Occidental en los últimos días, empezó a dar un respiro en el país. Météo France proyectó que solo las regiones del este y del sureste superarían este miércoles los 30ºC.
En el marco de la investigación sobre el incendio de Landiras, la justicia liberó este miércoles a un hombre de 39 años, al encontrarse elementos que lo eximen de cualquier responsabilidad.
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¿Por qué nacen estos incendios? En otras palabras, ¿son provocados, causados por humanos?, o ¿son fortuitos sin actuación de humanos? Eso no debe quedarse en meras preguntas sin respuestas.