Alcohólicos anónimos (A.A), es una asociación de personas que ofrecen de forma gratuita la ayuda a quienes sufren de alcoholismo para resolver sus problemas con la bebida.
Varios miembros de A.A ofrecieron su testimonio en el programa «La Verdad Radio TV», con Estrella Velandia, transmitido por Sonora 99.3 FM y Monagas Visión expresando que el alcoholismo es una enfermedad difícil de aceptar y la persona toca fondo muchas veces antes de poderla controlarla.
Tania quien sufre de esta enfermedad señaló que para ella no fue fácil tomar el control de su situación y aceptarla.
«Ver cómo me estaba destruyendo, cómo mi vida no avanzaba, fue muy difícil, el alcoholismo es una enfermedad progresiva, hay días peores que otros. No me daba cuenta que mi consumo de alcohol iba más allá de ser una bebedora social», afirmó.
Destacó que una de las características de la enfermedad es la negación de quien la padece, todos alrededor la ven menos el alcohólico.
«Mi familia y amigos veían que mi consumo de bebidas iba más allá, pero yo no lo aceptaba, ser alcohólica, en el caso de la mujer es un estigma, porque con unas copas de más no se sabe qué puede pasarte, más aún si eres joven y estudiante, y sueles decir “yo lo controlo”, dijo.
Tania detalló que la enfermedad avanzó tanto, que cualquier excusa se le hizo cómoda para tomar. «Bebía una copa en el almuerzo, otra a media tarde y se convirtió en un día a día de consumo, la situación que vivía no solo me afectaba a mi, sino a quienes estaban a mi alrededor», precisó.
Por otro lado, está el testimonio de Sheila, quien contó que el entorno familiar es el primero en darse cuenta de la enfermedad.
«Mi papá me dijo que me estaba excediendo en el consumo de licor, que fuera a A.A a buscar ayuda y yo me negaba diciéndole que “yo no soy alcohólica”, después una amiga me dio un folleto y me dijo, la honestidad es tuya, tú eres la que debes aceptar lo que te está pasando y acudir a la asociación. Desde allí comenzó mi lucha, en aceptar mi realidad», precisó.
Otro miembro de A.A es Richard, quien se declara sobrio desde hace tres años, y que gracias a la ayuda que recibió, hoy tiene la capacidad de recordar lo que hace el día anterior, pues ya no están presentes las lagunas mentales producto del consumo excesivo de licor.
«Esta es una enfermedad para toda la vida y hoy lo comprendo y la he podido controlar, sé que con solo tomar un trago la volvería a activar», enfatizó.
“La primera vez que entré a Alcohólicos anónimos, no quería que nadie me viera allí, y por ser anónimo se mantiene un respeto para nosotros y para los demás y eso es importante para la recuperación», precisó.
Los tres afirmaron que escuchar los testimonios de otros compañeros, les hizo identificarse con la misma situación que ellos han vivido.
La abstinencia es muy difícil, para controlarse hay que vivir un día a la vez, se apoyan entre todos los del grupo y para no caer otra vez, cuentan con el apadrinamiento que es aquella persona a la que debes llamar para pedir apoyo en caso de que sientas que vas a decaer.
«Debemos tomar la conciencia colectiva de que tomar a diario y sin control es una enfermedad y que se necesita ayuda, el llamado es a pensar en ustedes y en su familia, recuerden que recuperarse es muy difícil, tocamos fondo muchas veces, pero la voluntad tiene que ser más fuerte», acotaron.
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