La Unión Europea (UE) lanzó este miércoles la propuesta de bloquear en forma gradual sus importaciones de petróleo de Rusia, al presentar su sexto paquete de sanciones contra Moscú por la guerra en Ucrania.
La titular de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, delineó ante el Parlamento, en Estrasburgo, el nuevo paquete de sanciones -negociado con los países del bloque-, y aseguró que envía un mensaje a los impulsores de la guerra: «Sabemos quienes son, y los haremos responsables».
El nudo central del nuevo paquete presentado por la UE es la decisión explícita de aplicar un embargo a las importaciones de petróleo de Rusia.
«Vamos a renunciar progresivamente a las entregas rusas de petróleo en un período de seis meses y a las de productos derivados del crudo de aquí a finales de año», dijo Von der Leyen.
La funcionaria admitió que la tarea «no será fácil». «Algunos estados miembros [de la UE] dependen en gran medida del petróleo ruso. Pero tenemos que trabajar en esto», agregó.
La intención, añadió, es que la prohibición incluya a todo el petróleo ruso «transportado por mar y por oleoductos, crudo y refinado».
Fuentes diplomáticas en Bruselas confiaron a la AFP que la propuesta fue distribuida a los países miembros poco antes de la medianoche del martes.
El paquete debe ser aprobado por unanimidad de los Estados miembros para que pueda ser implementado, y de acuerdo con una fuente diplomática la lista de personas y entidades a ser sancionadas podría sufrir modificaciones.
Unión Europea
La suspensión de las importaciones europeas de petróleo ruso es un asunto de extraordinaria sensibilidad, ya que varios países del bloque son altamente dependientes del crudo proveniente de Rusia para mantener sus industrias funcionando.
Por ello, Von der Leyen aseguró que el cese de las importaciones se hará «de manera que nos permita a nosotros y a nuestros socios asegurar rutas de suministro alternativas y minimizar el impacto en los mercados globales».
Documentos internos a los que AFP tuvo acceso confirman que la propuesta es adoptar una excepción hasta el 2023 para Hungría y Eslovaquia, dos países que dependen casi totalmente del crudo ruso.
Poco después del discurso de Von der Leyen, sin embargo, el gobierno de Hungría lamentó la ausencia de «garantías» a su seguridad energética.
«No vemos ningún plan ni garantía de como aún una transición podría ser administrada con base en las propuestas actuales, y cómo podría garantizar la seguridad energética de Hungría», señaló la oficina de prensa del gobierno en un mensaje a AFP.
Los países europeos se comprometieron, durante una cumbre realizada en Versalles en marzo, a liberarse gradualmente de su dependencia del gas, el petróleo y el carbón rusos.
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