El cadáver de un joven de 20 años, fue hallado enterrado en una finca ubicada en una zona rural de El Tigre, estado Anzoátegui, después de tener casi 10 días desaparecido.
La víctima fue identificada como Gabriel Leal Moya, quien salió de su casa el pasado 01 de abril, con la intención de vender un teléfono celular y desde ese día no supieron más de él.
La madre del joven denunció la desaparición de su hijo en el programa radial del alcalde de El Tigre, Ernesto Paraqueima; y posteriormente los organismos de seguridad comenzaron la búsqueda.
Fuentes policiales detallaron que el cuerpo del joven estaba enterrado cerca del gallinero de la finca y se encontraba semidesnudo y con los ojos vendados.
Se conoció que el pasado miércoles en la misma propiedad, funcionarios del Cuerpo de Investigaciones, Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), localizaron otro cadáver y durante las investigaciones, interrogaron a un sujeto identificado como Luis Alberto Monroy (30), vigilante de la finca, quien al parecer fue la última persona que tuvo contacto con la víctima.
El hombre, presuntamente se quitó la vida luego de ser interrogado por la policía científica. A Monroy lo localizaron con una soga atada al cuello.
Sobre el crimen de Leal Moya las autoridades continúan con las averiguaciones.
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