Este año se celebró la Misa Crismal, por adelantado porque es propia del Jueves Santo y contó con la participación del clero en pleno que hace vida en la Diócesis de Maturín.
Por esta razón, la Catedral Nuestra Señora del Carmen abrió sus puertas este sábado a las 9:00 a.m. para la realización de la solemne eucaristía, presidida por el Obispo, Monseñor Enrique Pérez Lavado y el cuerpo presbiteral de Monagas.
Fue una ceremonia muy especial, donde se consagró el Santo Crisma y se produjo la bendición de los Santos Óleos, una mezcla de aceite de oliva aromatizado con esencias, óleos que se utilizan para los bautizos, confirmaciones, así como para el orden sacerdotal y la unción de los enfermos.
Vale resaltar que la Misa Crismal solo se debe celebrar en la mañana y es válido que tras la consideración de la Diócesis de Maturín se efectuara por razones de la pandemia y de movilidad, este sábado 9 de abril en la ciudad.
Misa Crismal: Renovación de las promesas sacerdotales
Durante su homilía, el Obispo de Maturín, Monseñor Enrique Pérez Lavado recordó en la Misa Crismal a los sacerdotes sus promesas de fidelidad y compromiso de amor con Cristo, con la iglesia y con su Pastor, fundamentales en estos tiempos difíciles que vive la humanidad.
Igual se pidió por la formación de la generación de relevo de nuevas vocaciones que se formarán en el Seminario San Pablo Apóstol, con la promesa de unirse más cerca de Cristo y motivar a otros hacia él.
Al concluir, recordó que este domingo 10 de abril se realizarán tres misas para la bendición de los ramos a las 8:00 a.m., 10:30 a.m. y 5:00 p.m. frente a la Catedral de Maturín.
Vale resaltar la presencia de la feligresía monaguense durante la Misa Crismal, una muestra de la renovación de la fe religiosa y del retomar la presencialidad en lo que será la programación religiosa de la Semana Santa 2022.
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