Las empanaderas de la Avenida Libertador con el apoyo de la Gobernación del estado, buscan adquirir proteínas a bajo costo a través de la Productora y Distribuidora Venezolana de Alimentos (Pdval).
Glebis Rendón, vendedora de empanadas, indicó que la Gobernación del Monagas les aplicó una encuesta e hizo una propuesta a Pdval para que sea esta empresa quien surta de insumos a las vendedoras.
Rendón a diario invierte alrededor de 50 dólares. Cuando se trabaja con diversidad de guisos, esto le alcanza para comprar proteínas, bebidas, aliños y otros insumos.
«El viernes tuvimos una reunión donde nos informaron de una serie de documentos para llevarlos y hacer la cotización. Nosotras nos comprometimos a sacar los requisitos y llevarlos a las oficinas de Pdval», comentó.
Los recaudos que les solicitaron son la copia del RIF, de la cédula de identidad, copia de la firma personalizada y una carta dirigida al administrador de Pdval en el estado Monagas.
«Gracias a la gobernación, casi todas nosotras ya contamos con firma personalizada», indicó.
Empanaderas agrupadas como emprendimiento
Las empanaderas de la Avenida Libertador están agrupadas como emprendedoras, por lo que todas se rigen por un precio estándar.
El costo de una empanada pequeña es de 4.50 bolívares y el de la grande es de 9.
Actualmente, se dividen en dos grupos, el turno de la mañana que labora desde las 6:00 a.m. hasta las 12:00 del mediodía y el de la tarde que inicia a las 4:00 p.m. hasta las 10:00 p.m. máximo 1:00 de la mañana.
En el turno diurno trabajan entre 10 y 15 emprendedoras, expresó. «Tenemos beneficios, gracias a Dios la gobernación nos está apoyando con 40 kilos de gas mensual», explicó Glebis Rondón.
El día a día
Erika Bermúdez expresó que la venta de empanadas es rentable, debido a que es su día a día.
«A la semana invierto de acuerdo a la venta, a diario pueden ser entre 10 o 20 dólares. Hay días que no deja ganancias», manifestó.
Bermúdez es vendedora desde hace 7 años, considera que ha sido muy beneficioso para ellas el acondicionamiento y techado de sus espacios de trabajo. «No tenemos que estar cargando toldos ni llevándolos de un lado a otro», explicó.
Glebis Rondón añadió que sí es negocio vender empanadas y que de ello perciben el sustento del día a día. «Aunque como todo, hay días buenos y otros malos, pero en la constancia se encuentra el éxito».
Las empanaderas pueden sacar de un paquete de harina de maíz, alrededor de 23 y 24 empanadas. Los usuarios tienden a buscar más los sabores tradicionales como pabellón y carne mechada.
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