La ruptura parcial esta madrugada del cono del volcán que está en erupción en la isla española de la Palma, en el archipiélago atlántico de Canarias, puso este sábado en alerta a los equipos encargados de la evacuación de las zonas amenazadas, al generar varias coladas de lava nuevas, una de ellas muy abundante, que ya ha arrasado varias edificaciones.
En total son tres coladas de lava las que se han producido con la ruptura del cono volcánico, dos de ellas de menor peligro, ya que tienen poca fuerza, y una tercera que es la que ha asolado un número reducido de casas, y que se está monitorizando, aunque los expertos consideran que por la velocidad con la que desciende daría tiempo a evacuar las áreas necesarias.
La separación parcial del cono provocó además la expulsión de grandes bloques de material volcánico y no se puede descartar que surjan nuevos centros de emisión en torno al cráter, de acuerdo a las últimas valoraciones de los vulcanólogos.
Preocupa también el terreno ganado por la lava al mar, el llamado delta lávico («fajana»), que corre el riesgo de derrumbarse, si continúa su avance a profundidades mayores en el océano, lo que iría acompañado de la liberación brusca de gases, con explosiones y olas.
Sin embargo esas olas no superarían los cinco metros en el entorno de la ruptura e irían disminuyendo de altura con la distancia, en opinión de los expertos.
Aumentan movimientos sísmicos
Los especialistas señalaron hoy que la calidad del aire, que está siendo monitorizada constantemente para evitar la intoxicación por los gases y cenizas que expele el volcán, es «razonablemente buena» y previsiblemente mañana será aún mejor, pero en cualquier caso en ningún momento se han superado los umbrales de calidad con los que trabajan.
Por contra, los movimientos sísmicos aumentaron en las últimas horas, con el movimiento de mayor intensidad fijado en magnitud 4,1, pero los terremotos se siguen localizando a gran profundidad, del entorno de los 25 kilómetros, por lo que la posibilidad de un nuevo centro eruptivo alejado del cono principal es de momento «escasísima», a juicio de los vulcanólogos.
Sin previsión de que el volcán se apague
La lava ha afectado ya a una superficie de 492,75 hectáreas, y hoy no se descarta que en una nueva medición aumente la anchura de la colada, que el viernes seguía situada en 1.250 metros.
Mientras, 225 personas continúan alojadas en hoteles tras ser evacuadas de sus viviendas desde el comienzo de la erupción, el pasado 19 de septiembre.
La Cumbre Vieja es uno de los complejos volcánicos más activos de Canarias. En ella se han producido dos de las tres últimas erupciones registradas en las islas, el volcán San Juan, en 1949, y el Teneguía, en 1971.
La erupción actual se ha producido 50 años después de la última, que tuvo lugar del 26 de octubre al 18 de noviembre de 1971, y que provocó una víctima por inhalación de gases.
La primera erupción volcánica en La Palma se remonta a una fecha sin concretar entre 1430-1440, según el Instituto Geográfico Nacional (IGN), y ocurrió en el volcán Tacande o Montaña Quemada de la isla.
La Palma, como el resto de Canarias, es una isla de origen volcánico. Con una edad geológica estimada en dos millones de años, es una de las más jóvenes del archipiélago.
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