Una nueva noche histórica vivió el receptor Salvador Pérez en la jornada del miércoles. El venezolano igualó la marca de más jonrones en la historia de los Reales de Kansas City con 48, llegó a 200 bambinazos en su carrera, pero la velada casi termina en tragedia.
El bateador derecho pisó mal las escaleras del dugout y se torció el tobillo derecho.
El elenco de Mike Matheny anunció, en principio, que la lesión se trataba de un esguince que en teoría sacaría al carabobeño por el resto del campeonato, pero el catcher llamó a la calma.
«Me torcí el tobillo», dijo el valenciano ante la prensa especializada al describir lo que había ocurrido en el octavo inning.
«Fue un tropiezo infantil», agregó con una sonrisa. «Me siento mucho mejor»
El incidente ocurrió en la octava entrada y al miembro de la Embajada Vinotinto le tocaba un nuevo turno al bate que no perdió.
«Él se regresó, hizo unos swings y se sintió bien», admitió el piloto de los Reales al terminar el compromiso. «Estaba bastante confiado de que no se trataba de una fractura. Solo tenía dolor y él creyó que podía batear así, pero al terminar esa visita al plato, se dio cuenta que había que revisar mejor la molestia».
El timonel confirmó que no había hablado con Salvador Pérez al momento de dar su conferencia de prensa después del compromiso. Esa es la razón por la cual no tenía más detalles de su estado físico.
«Tuve la inquietud durante todo el encuentro porque estoy preocupado de que sea grave», añadió Matheny. «Sobre todo porque ha hecho algo demasiado significante. Queremos estar seguros que esté bien».
El venezolano confirmó que se siente bien y que hará todo lo posible por disputar el partido del jueves, después de todo le queda romper el récord de cuadrangulares de la historia del equipo. También tiene en la mira convertirse en el primer jugador de su país con 50 vuelacercas en una campaña.
«Veré como me siento mañana», atizó. «Me pondré teipe y listo a jugar».
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