El papa Francisco expresó hoy su preocupación por los momentos difíciles que vive Cuba a causa de las protestas e instó al «diálogo y la solidaridad» en ese país, tras rezar el Ángelus dominical desde la ventana del Palacio Apostólico.
Estoy cerca del querido pueblo cubano en estos momentos difíciles, en particular a las familias, que mayormente sufren. Rezo al Señor para que ayude a construir en paz diálogo y solidaridad una sociedad cada vez más justa y fraterna
Papa Francisco
Católicos de Cuba presentes en la Plaza de San Pedro
Sus palabras fueron pronunciadas ante cientos de fieles y peregrinos que acudieron a la plaza de San Pedro para el Ángelus, algunos de ellos con banderas cubanas, que rompieron en aplausos al escucharle.
Evangelio de San Marcos
Antes de rezar el Ángelus dominical, el Papa Francisco comentó el Evangelio de este 18 de julio, en el que a san Marcos relata el episodio del descanso al que Jesús invita a los Apóstoles tras las fatigas de la misión. El Papa dijo que esa actitud del Señor “nos ayuda a comprender dos aspectos importantes de la vida”: el descanso y la compasión.
Descanso y la compasión
Al recordar que el Señor invitó a los Apóstoles que regresaban de su misión a descansar un poco en un lugar tranquilo, Francisco se refirió a una valiosa enseñanza de Jesús que se preocupa no sólo de su cansancio físico, sino también del cansancio interior, puesto que – como dijo el Santo Padre – el Señor “quiere ponerlos en guardia contra un peligro que está siempre al acecho, también para nosotros:
No caer en la trampa del activismo
“Dejarse llevar por el frenesí del hacer, caer en la trampa del activismo, en el que lo más importante son los resultados que obtenemos y el sentirnos protagonistas absolutos”
Descanso físico y del corazón
Tras exclamar cuántas veces también esto sucede en la Iglesia en que estando atareados, yendo deprisa, y pensando que todo depende de nosotros, francisco afirmó que “al final, corremos el riesgo de descuidar a Jesús”. A lo que añadió:
“No se trata sólo de descanso físico, sino también de descanso del corazón. Porque no basta “desconectar”, es necesario descansar de verdad. Y para hacerlo, es preciso regresar al corazón de las cosas: detenerse, estar en silencio, rezar, para no pasar de las prisas del trabajo a las de las vacaciones”
Parar la carrera frenética de nuestras agendas
Después de recordar que Jesús “no se sustraía a las necesidades de la multitud, pero cada día, antes que nada, se retiraba en oración, en silencio, en la intimidad con el Padre”, explicó que de su invitación a descansar se deduce que deberíamos guardarnos “del eficientismo” y parar “la carrera frenética que dictan nuestras agendas”.
“Aprendamos a detenernos, a apagar el teléfono móvil para cultivar el silencio, a contemplar la naturaleza, a regenerarnos en el diálogo con Dios”
Papa Francisco habló de la compasión
Por otra parte, teniendo en cuenta que el Evangelio de este domingo narra que Jesús y los discípulos no pudieron descansar como querían a causa de la gente, a la que el Señor les enseña, el Papa dijo que en este punto se observa el segundo aspecto que nos presenta y que “la compasión”. Y afirmó:
“De hecho, sólo el corazón que no se deja secuestrar por la prisa es capaz de conmoverse, es decir, de no dejarse llevar por sí mismo y por las cosas que tiene que hacer, y de darse cuenta de los demás, de sus heridas, de sus necesidades”
La compasión nace de la contemplación
El Santo Padre también afirmó que “si aprendemos a descansar de verdad, nos hacemos capaces de compasión verdadera; si cultivamos una mirada contemplativa, llevaremos adelante nuestras actividades sin la actitud rapaz de quien quiere poseer y consumir todo; si nos mantenemos en contacto con el Señor y no anestesiamos la parte más profunda de nuestro ser, las cosas que hemos de hacer no tendrán el poder de dejarnos sin aliento y devorarnos”.
Ecología del corazón: descanso, contemplación y compasión
“Necesitamos una ‘ecología del corazón’ compuesta de descanso, contemplación y compasión. ¡Aprovechemos el tiempo estivo para ello! Y ahora, recemos a la Virgen, que cultivó el silencio, la oración y la contemplación, y que se conmueve siempre con ternura por nosotros, sus hijos”
Con información de Vatican News
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