La pasada semana, mi amigo Vladimir Villegas, entrevistándome señaló: “Aquí se habla de diálogo gobierno oposición pero diálogo intraoposición parece que no hay, parece que no es posible digamos entre las distintas corrientes y entre los distintos matices que hay en la oposición ponerse de acuerdo y esto sirve la mesa para que el gobierno barra nuevamente en las próximas elecciones porque con una oposición dividida es muy poco probable que sea productiva la cosecha electoral para estos factores que se oponen al gobierno”.
Le respondí tajantemente: “no es muy poco probable, en la venideras elecciones regionales y municipales y en cualquiera que se convoque en el futuro mediato es imposible derrotar al gobierno sin que la oposición concurra unida, con candidatos únicos, con un programa único y con un padrón electoral único que garantice testigos comprometidos en cada mesa de votación”.
Luego recordé a un líder político que recientemente reclamó que la dirigencia opositora debe reconocerse y respetarse a lo que yo agrego reencontrarse y reconciliarse.
4 R’s entonces para que la oposición sea poder en Venezuela: Reconocerse, Respetarse, Reencontrarse y Reconciliarse.
Durante muchos años marchamos juntos en pos de una nueva nación, compartiendo sinsabores y dejando todo por el cambio que demandan millones de venezolanos. Nuestro objetivoera y es el mismo y soloel no entender que era legitimo e incluso democrático que existieran diferencias en cuanto a cómoalcanzarlo nos separóen medio de una andanada de insultos y descalificaciones entre quienes conociéndonos bien jamás deberíamos ser presas del odio más inexplicable.
Nos dividió el que tras fracasar los atajos unos, apegados a nuestra formación e historia, defendiéramos la participación electoral aun en las condiciones más difíciles para avanzar en la reconquista de democracia plena y otros, en buena medida por presiones externas y nadie medianamente informado desconoce que fue por tal, se convirtieron en promotores de la abstención.
Lo cierto es que hoy no hay una oposición en Venezuela, por lo menos hay tres.
Una oposición que sin ambagescree y respalda la vía electoral y pacífica para recuperar la libertad y conquistar espacios para rescatar y reconstruir al país, una que había dejadode creer en ella, pero ahora vuelve a creer, aunque con reservas, otra que sigue sin creer y que por los vientos que soplan sus abanderados no cambiaran de posición en lo inmediato.
Los que siempre creímos en el poder del voto y los que ahora vuelven a creer estamos obligados a reconocernos, respetarnos, reencontrarnos y reconciliarnos, olvidando agravios y dejando atrás rencillas que frente al sufrimiento de nuestros connacionales son,más que irrelevantes, groseras.A los que continúan convencidos que existen alternativas distintas igual invito a reconocernos y respetarnos primero en espera que pronto llegue el momento de reencontrarnos y reconciliarnos.
Los que siempre creímos en el poder del voto y los que ahora vuelven a creer estamos obligados air de la mano en la prueba que tenemos por delante porque de lo contrario, lo anticipo nos aplastarán el próximo 21 de Noviembre y basta citar solo un caso que podemos repetir por 23 o por 335 según sean gobernaciones o alcaldía: para la Alcaldía de Caracas ya se promueven como candidatos y el orden no importa Chúo Torrealba, Antonio Ecarri, Carlos Prosperi, Carlos Prosperi -si, no me equivoqué dos Carlos Prosperi-, Roberto Patiño, Leocenis García y bien pueden asomarse un par más, todos muy buenos -¿qué tal si empezamos a reconocernos y a respetarnos afirmando en cualquier escenario que los nuestros son muy buenos y que los malos son los que suman más de 20 años gobernando “a su manera”?-. Yo pregunto: ¿en qué cabeza cabe que estos seis u ocho muy buenos candidatos tienen alguna oportunidad frente a un, uno solo, candidato oficialista?
Reconocernos, Respetarnos, Reencontrarnos y Reconciliarnos, nada más.
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