El 3 de mayo toda Venezuela celebra la fiesta en honor a la Cruz. Es una celebración donde se reúnen las comunidades a pedirle a la Cruz de Mayo mucha prosperidad. En el Oriente venezolano, es una de las grandes festividades.
Se trata de la llegada del mes de las flores, donde todos los fieles piden a La Cruz que el ciclo de siembra que inicia sea próspero y traiga abundancia y buena cosecha a los agricultores para obtener los frutos y alimentar al pueblo.
Con antelación, los vecinos organizados comienzan a solicitar los recursos para lo que los orientales califican como el gran velorio de la Cruz De Mayo, una de las tradiciones venezolanas, muy especialmente, en el Oriente del país, donde se aprovecha para decorar las cruces con hermosas y coloridas flores.
De acuerdo a la periodista Angélica Olivero, en el blog Orinocopadrerio.com, la Cruz de los Marineros es una tradición centenaria. «Y no es en un solo sitio donde se lleva a cabo esta festividad. En todos los rincones de Monagas, hay pueblos que mantienen su fiesta patronal en honor a la Santa Cruz y esta es una festividad que data de cuando los cristianos la veneraban a escondidas en las catacumbas para evitar que los romanos les dieran muerte».
La Cruz de los Marineros de Maturín
En Maturín, hay un sitio emblemático, el cual debe ser recuperado y preservado para que tanto visitantes como propios puedan acudir no solamente en el mes de mayo, sino en cualquier fecha.
Nos referimos a La Cruz de los Marineros, en el sector Palo Negro. Al final de las calles Arriojas y Rojas emerge un punto de referencia y es el pequeño monumento que allí se levantó en 1990 en honor a los marineros, domina una pendiente con escaleras que nos llevan al Bajo Guarapiche a la avenida Raúl Leoni.
Este monumento fue levantado allí por dos motivos. Primero, era el sitio donde estaba ubicado un faro el cual servía de guía a las embarcaciones que navegaban por el río Guarapiche y les avisaba que ya estaban llegando a Puerto Arturo, que se encontraba ubicado en lo que hoy es la redoma. Desde allí los marineros manipulaban el faro para avisar cualquier eventualidad.
La verdadera historia
El segundo motivo es que años atrás –no muy lejos- entre 1910 al 1915- en Vuelta Larga ya saliendo hacia el Océano Atlántico, había un cruz cerca del río como un monumento, era la Cruz de los marineros, cuando pasaban le lanzaban monedas, el sitio era alejado de la ribera del río y por eso tenían que lanzar las monedas.
La Cruz fue colocada allí por un capuchino llamado Baltasar quien se encargaba de mantener este sitio, sitio que por cierto se encontraba rodeado de flores, especialmente de malabares.
La historia nos la contó la señora Rosa Sánchez de 95 años, quien para la época contaría con unos 12 años y logró visitar el sitio con su papá quien la llevó.
Al tiempo cuando la Creole Petroleum Corporation llega a Caripito ya los marineros y otros usuarios no utilizaban la vía fluvial del Guarapiche, sino que toman la vía del San Juan.
Abandonado el sector la capillita de Vuelta Larga cae en el abandono y es cuando el padre Baltasar decide traerse hasta Maturín la Cruz. Es así como considera que el mejor sitio era donde estaba el faro y sacan la Cruz y se la traen y la colocan en donde hoy se puede observar.
Cuenta Rosa Sánchez que traer la Cruz originó en pleno viaje una gran tormenta y muchas limosnas y milagros se cayeron al agua. Ella conservaba en su casa el pedazo de piedra en donde estaba colocada la Cruz y al lado permanece la Cruz en una capillita que se le construyó y en donde se le venera.
Rosa Sánchez nació en Caicara de Maturín; a los diez años llegó a Palo Negro donde se radicó con su familia y ya moza se casó con Francisco Romero. Nueve hijos procrearon. Y recuerda cuando fue con su papá a Vuelta Larga, el río Guarapiche llegaba hasta la orilla de lo que hoy es la avenida Raúl Leoni en el Bajo Guarapiche.
La otra historia
Como el sector era un sitio donde pernoctaban marineros y hasta donde muchos decidieron quedarse y fundar familia, el sitio se hizo popular. Especialmente por los puya-arena, eran bronceados marineros que conducían los botes, especialmente los de los hermanos Molinos Lara que tenían una empresa de transporte fluvial.
Estas embarcaciones iban hasta Trinidad y traían mercancía para comercializarla. Cada 3 de mayo se realizaban los velorios. La calle se llenaba de faroles y los galeronistas eran quienes prendían la fiesta con sus versos dedicados a la Santa Cruz.
Esta fiesta ha venido decayendo y quizá la culpa es de la propia comunidad que no ha querido darle la importancia que realmente tiene este sitio.
Todavía algunas personas del sector Palo Negro de Maturín recuerdan a aquellos lobos de mar: Francisco Julián Cabrera, el negrito Kilito, los hermanos Tremaria, Pedro Peñalosa, Luis Tovar, Juan Francisco Cabrera era un célebre bandolinista, era el padre de los Idrogo. Narciso, el popular “Carne frita”, quien se esmeraba tocando el bajo; Mateo era pianista renombrado y Bernardo ejecutaba el tres.
En este sector siempre se celebraron grandes fiestas en honor a la Santa Cruz, pero se hace necesario revivir este sitio, aún desde allí se puede disfrutar el valle del Guarapiche. Con los años se construyó un puente para pasar al otro lado.
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