El Martes Santo para la Iglesia Católica es el día de preparación para el Triduo Pascual, periodo que va del Jueves Santo al Domingo de Pascua en el que se conmemora la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús.
Se trata de un tiempo donde se invita al cristiano a reflexionar sobre el Vía Crucis, para tener un acercamiento con el sacramento de la confesión para estar preparados de cara con el acontecimiento de la Pasión de Jesús. El cristiano debe estar en gracia de Dios para participar con toda la Iglesia de la Eucaristía en la Misa más importante del año.
El anuncio de su futura muerte a los discípulos
En este martes, de acuerdo al Nuevo Testamento, Jesús anunció su futura muerte a los discípulos, así como las palabras que le dirigió a Judas Iscariote por su traición y a Pedro por las negaciones que cometería.
Es llamado “Martes de controversia” también, porque Jesús se enfrenta con los líderes religiosos de su tiempo. Primero con los sacerdotes y ancianos que cuestionan su autoridad para predicar y hacer milagros. Y luego con los fariseos, quienes le preguntan sobre el tributo a lo que el hijo de Dios responde mostrando una moneda: “Dad, al César lo que es del César; y a Dios lo que es de Dios». Jesús transforma nuestro pecado en perdón, nuestro miedo en confianza: en la Cruz ha nacido y renace siempre nuestra esperanza.
¿De qué habla la Sagrada Escritura este día?
De acuerdo al Evangelio del Martes Santo, Jesús anticipa a sus discípulos la traición de Judas y las negaciones de San Pedro.
«En aquel tiempo, estando Jesús a la mesa con sus discípulos, se turbó en su espíritu y dio testimonio diciendo: En verdad, en verdad os digo: uno de vosotros me va a entregar. Los discípulos se miraron unos a otros perplejos, por no saber de quién lo decía».
«Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él. Si Dios es glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo: pronto lo glorificará. Hijos míos, me queda poco de estar con vosotros. Me buscaréis, pero lo que dije a los judíos os lo digo ahora a vosotros: Donde yo voy, vosotros no podéis ir” (Juan 13, 21-38)
En este día se hace un llamado especial por la Iglesia Católica a los creyentes para que se acerquen y realicen sus confesiones respectivas, con el fin de estar preparados para vivir la Vigilia Pascual y la Pascua.
Conmemoración en Monagas
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