Maturín. Este viernes en los diferentes puntos de control de Maturín, como en la avenida Alirio Ugarte Pelayo, La Floresta, Las Cocuizas, avenida Raúl Leoni, avenida Libertador, entre otros, funcionarios de los cuerpos de seguridad no tomaron en cuenta los salvoconductos o identificaciones de los empleados de los sectores priorizados como lo son alimentos, salud, farmacia, clínicas, hospitales, restaurantes, medios de comunicación o mercados.
«No hay documento o carnet que valga y los guardias están quitando los salvoconductos y lo dejan a uno desarmado. Yo necesito llegar a mi centro de trabajo porque de mi dependen varios empleados y pertenecemos a los sectores priorizados, así que esto me parece una falta de respeto».
Asdrúbal Rincón, encargado de un establecimiento.
Trabajadores de sectores priorizados varados
Trabajadores de los diferentes sectores priorizados solicitan a las autoridades una mayor organización para garantizar que los empleados puedan llegar a sus diferentes centros de trabajo a tiempo, porque de nada vale perder más de una hora en las alcabalas. «La cola no avanza y no entendemos el porqué un día aceptan los salvoconductos y otro día no», explicó Alicia Bermúdez, trabajadora del sector público.
«Es una medida coercitiva porque no deberían los cuerpos de seguridad, retener un vehículo cuyo dueño lleva una identificación y un carnet de empleado público. Todos desearíamos quedarnos en casa para cuidarnos pero salimos porque pertenecemos al sector salud que es uno de los sectores priorizados».
Andrés Díaz, auxiliar de laboratorio clínico.
Igualmente, un trabajador del centro de Salud Mama Rosa, que prefirió omitir su nombre, fue devuelto aún cuando mostró su identificación de empleado público y su salvoconducto. Con él, dos trabajadores del área de las comunicaciones resultaron rebotados.
Colas enormes y pérdida de tiempo
En una contingencia de cuarentena radical como la que vivimos, se requieren alternativas y soluciones más rápidas. La cola de los conductores en la avenida Alirio Ugarte Pelayo parecía un estacionamiento gigante, donde para poder pasar la tardanza fue de más de 45 minutos. Las filas llegaban más allá del gimnasio Premier.
Algunos reportaron a través de nuestras redes sociales que había camiones de alimentos varados con su mercancía, médicos, periodistas, trabajadores del sector farmacia, odontólogos, despachadores de alimentos, en fin, gente que tiene que estar en sus puestos de trabajo para prestar un apoyo efectivo a la comunidad en esta situación, de manera que es preciso que las autoridades se organicen y definan qué hacer porque todavía queda buena parte de la cuarentena radical para poder cumplir a cabalidad las disposiciones del decreto emitido por el Ejecutivo Regional.
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