La vacuna de AstraZeneca: Muchas son las vacunas que en los últimos meses han estado en la palestra como latente solución a la lucha contra el covid-19 que ha azotado al mundo desde el año 2019. Sin embargo, aún por confirmar la efectividad de ellas, las autoridades sanitarias noruegas anunciaron el jueves la suspensión «cautelar» de la vacuna de AstraZeneca, siguiendo los pasos de Dinamarca, que tomó una decisión similar por temor a la formación de coágulos.
«En Noruega nos estamos tomando una pausa en la vacunación con AstraZeneca», dijo un alto funcionario del Instituto Nacional de Salud Pública, Geir Bukholm, en una conferencia de prensa. «Estamos a la espera de información para ver si hay una relación entre la vacunación y este caso de coágulos», añadió.
«Es el principio de precaución», subrayó Bukholm, señalando que hasta ahora no se ha establecido ningún vínculo entre la vacuna del laboratorio anglo-sueco y las trombosis, incluida una con consecuencias mortales, constatadas en Dinamarca.
Este país, seguido de inmediato por Islandia, había anunciado una decisión similar poco antes, alegando también el principio de precaución.
Por su parte, AstraZeneca, que desarrolló la vacuna junto a la universidad de Oxford, defendió la seguridad del producto.
«La seguridad de la vacuna ha sido estudiada en profundidad en pruebas clínicas de Fase 3 y los datos (…) confirman que, por lo general, la vacuna ha sudo bien tolerada», indicó a la AFP un portavoz del grupo.
Por su parte, el gobierno británico también ha afirmado que la vacuna es «segura» y «eficaz».
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