El presidente de Siria, Bachar al Asad, y la primera dama, Asma al Asad, han dado positivo en las pruebas del coronavirus y se encuentran en cuarentena en su residencia, si bien solo presentan síntomas «leves» y su estado de salud es «estable», informó este lunes la Presidencia del país árabe.
«Después de que los dos presentasen síntomas leves similares a los de la infección por el virus covid-19, el presidente y la señora Asma al Asad se sometieron a exámenes de PCR y el resultado mostró que estaban infectados con el virus», indicó la Presidencia en su cuenta de Twitter.
Sin embargo, la condición médica de ambos es «buena» y «estable», por lo que continuarán trabajando desde su domicilio mientras cumplen un periodo de cuarentena de entre dos y tres semanas de duración, agregó el órgano.
Al Asad y su esposa llamaron a la población a que se adhiera a las medidas preventivas «tanto como sea posible».
A finales del pasado febrero, el Gobierno anunció que había recibido una serie de vacunas contra el coronavirus de un «país amigo», sin desvelar cuál, y que comenzaría la semana siguiente a inocular a trabajadores sanitarios en varias provincias.
El Grupo de Inmunización para Siria, encabezado por la Organización Mundial de la Salud y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, ha elaborado planes para llevar la vacuna a las zonas del norte del país que escapan al control de Damasco, en manos de otras facciones armadas y grupos.
Según datos del Ministerio de Salud de Siria, en las últimas 24 horas se han registrado 56 nuevos casos de covid-19, 81 recuperaciones y 5 fallecimientos, lo que eleva el total desde el inicio de la pandemia a 15.981 contagios y 1.063 muertes a causa del virus.
Sin embargo, se cree que la presencia del coronavirus es mucho más alta de la que reconocen las autoridades.
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