La hiperinflación ha traido como consecuencia que los precios del café se tripliquen de productor a consumidor en Monagas, debido a varias causas. Al recorrer diferentes establecimientos, se logró constatar que el precio promedio de 100 gramos de café, de cualquier marca nacional, es Bs. 1.100.000 lo que ubica cada kilogramo en Bs. 11.000.000 equivalentes a 6.1$, pero al comparar con el café artesanal procedente de Caripe o Acosta, paradojicamente el precio por kilogramo se acerca a los 10$.
José Betancourt, vendedor, indicó que el aumento de los precios del café que lo han convertido en un producto de lujo, obedecen al abuso de los vendedores que redondean todo en función del alza del dólar sin basarse en la estructura real de costos. Betancourt comercializa café en pequeñas cantidades y señala que lo más difícil del negocio es la inversión en gasolina para ir a buscarlo de Maturín a San Antonio.
Situación de los caficultores
Francisco Véliz, productor, explicó es mucho más complejo. En cifras, el café se produce una vez al año y de cada 240kg que se recolectan, se obtiene solo 36 kg de producto neto, luego del proceso de secado. Las plantas ameritan poda, desmalezamiento y abono continuo para garantizar la cosecha. Ello representa un gasto regular de abono, herbicidas y mano de obra que al final de día merma las ganancias.
«Cuando llevas 20 años cosechando café, sigues trabajando por amor al campo, por que es un estilo de vida pero, actualmente las cuentas no dan. Un saco de abono cuesta entre 50 y 60 $, el veneno para el monte cuesta de 15 a 20 $ y la limpieza trimestral también cuesta caro».
Francisco Véliz, Caficultor
A los precios descritos, se le suma la paga por recolección en tiempos de cosecha y otros gastos que encarecen el producto. Véliz asegura que los revendedores son los que más ganan porque compran un quintal en 100 $ y de allí obtienen tres veces su ganancia y solo invierten el costo del transporte, tostado (Bs. 5$ por quintal) y empaquetado. Es así como el consumidor final paga tres o cuatro veces lo que realmente cuesta el producto.
Calidad y precios del café
Algunos consumidores como Yaribay Arreaza, comparan el café artesanal vs el industrializado y optan por quedarse solo con café de marcas reconocidas porque la calidad del artesanal no está del todo comprobada. Esto lo confirma Véliz como productor al afirmar que ciertos productores mezclan café a medio procesar (recolectado verde) con aditivos para rendirlo y poder salvar cosechas que no se dan del todo buenas. De ahí provienen algunos sabores extraños que usuarios detectan en los cafés artesanales.
«Yo prefiero comprar un café empaquetado de cualquier marca porque es un producto certificado. Al final, analizas los precios del café y cuesta lo mismo el producido en Monagas que el que viene de otras partes. Me voy por lo seguro antes de hacer esa inversión».
Yaribay Arreaza, consumidora de café.
Mientras, tanto los cafés industrializados de marcas como Madrid, Amanecer, San Salvador, Arauca, De la Nonna, Anzoátegui, Fama de América o Venezuela compiten con los del brasilero Maratá, mientras que el artesanal cuesta casi lo mismo y pocos consumidores pueden pagarlo.