Las autoridades en Colombia solicitaron este jueves que se detengan los combates en la zona del Catatumbo entre la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Frente 33 de las disidencias de las FARC, los cuales han obligado a cientos de campesinos a abandonar esa región limítrofe con Venezuela.
Más de 250 personas en la región del Catatumbo, que forma parte del departamento de Norte de Santander, han dejado sus hogares en las últimas horas, mientras que aproximadamente 6.000 personas se encuentran en riesgo de confinamiento y desplazamiento debido a los enfrentamientos armados entre guerrillas en una zona rural de Tibú, según alertó el Consejo Noruego para Refugiados (NRC, en inglés).
Solicitamos al ELN y al Frente 33 que detengan de inmediato los enfrentamientos en La Gabarra (Tibú) y permitan la entrada del personal médico para evacuar a los heridos y proporcionar asistencia humanitaria en la zona», expresó la defensora del Pueblo, Iris Marín, a través de su cuenta en X.
Se intensifican los enfrentamientos entre guerrillas en Catatumbo
Según Marín, «durante el día se han recrudecido los enfrentamientos» y debido a esa situación un grupo de pobladores, incluidos menores de edad tuvo que buscar refugio «en una escuela de la zona».
«Además, hemos obtenido reportes de individuos que están heridos y necesitan atención médica inmediata», indicó la defensora.
Mientras, la vicepresidenta colombiana, Francia Márquez, pidió «respeto a la vida, el territorio y la dignidad de las comunidades en el Catatumbo».
«Es urgente que se garanticen condiciones de seguridad que permitan el retorno y la permanencia de las personas en sus tierras», aseguró la vicepresidenta en redes sociales.
Márquez pidió a las autoridades nacionales y a la comunidad internacional brindar apoyo «humanitario inmediato y atención integral a las familias afectadas» y adoptar medidas «reales y efectivas» para prevenir los desplazamientos de campesinos.
El Catatumbo, formado por los municipios de Ábrego, Convención, El Carmen, El Tarra, Hacarí, La Playa, San Calixto, Sardinata, Teorama y Tibú, es una región que, a pesar de ser rica en recursos naturales, tiene altos índices de pobreza y bajos niveles de desarrollo.
Desde hace décadas, el territorio es disputado por grupos guerrilleros y paramilitares.
La región vive desde mediados de enero una grave crisis humanitaria por la guerra declarada por el ELN contra el Frente 33 de las disidencias de las FARC, motivada por el control territorial y de las economías ilícitas.
Esta disputa ha provocado la muerte de cerca de un centenar de personas y el desplazamiento forzado de miles de campesinos, muchos de los cuales no han podido volver a sus tierras porque la violencia persiste.
Los nuevos enfrentamientos en el Catatumbo ocurren a pesar de que tanto el ELN como las disidencias anunciaron la semana pasada treguas navideñas pero solo con las fuerzas de seguridad del Estado.
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