Un golpe de mar en el sur de Tenerife, en las Islas Canarias (España) dejó al menos cuatro personas fallecidas. Además, se está llevando a cabo la búsqueda de una quinta persona que se encuentra desaparecida a causa del intenso oleaje, según informaron este lunes a EFE fuentes del Gobierno regional canario.
Los servicios de emergencias que llegaron al lugar de los hechos recuperaron a la mujer en parada cardiorrespiratoria, que fue estabilizada y evacuada a un hospital, donde falleció esta noche. Otra tres personas murieron en el momento (una mujer de 55 años, un hombre de 35 y otro cuya edad no ha sido confirmada).
Golpe de mar tomó por sorpresa a un grupo de turistas
Las víctimas fueron sorprendidas mientras se encontraban en una piscina natural de Isla Cangrejo, un lugar característico de las Islas Canarias, que fue devastada por las olas.
Desde la tarde de ayer continúa la búsqueda de una persona que se encuentra desaparecida, aunque hasta ahora no ha habido resultados positivos.
Dos de los fallecidos en el lugar son turistas de nacionalidad rumana y una eslovaca, según informaron fuentes municipales, aunque precisaron que esa información aún no es oficial.
Un grupo de turistas fueron sorprendidos mientras se deleitaban con uno de los principales encantos de las Islas Canarias: formaciones rocosas que crean piscinas naturales en el océano, las cuales atraen a numerosos visitantes gracias a la proliferación de imágenes en las redes sociales. Tuvieron que ser atendidas por contusiones y magulladuras.
No obstante, debido a su cercanía al mar, estas piscinas pueden representar un riesgo letal durante intensos episodios de oleaje, como los que están afectando a las Islas Canarias desde el viernes, lo que ha llevado a declarar una prealerta por fenómenos costeros en diversos lugares de su litoral.
El alcalde de Santiago del Teide, localidad próxima a la piscina de Isla Cangrejo, Emilio Navarro, explicó a EFE que el lugar estaba cerrado por el peligro de oleaje, pero muchas personas, sobre todo turistas, se saltaron la prohibición.
La prealerta había alertado que se esperaban olas de dos a tres metros: «El mar empieza a advertir, se ponen al borde del muro, viene una olita, parece que no pasa nada», pero ocurre, lamentó Navarro.
Constantemente advertimos de estos peligros», pero «cada vez más gente, sobre todo turistas» -los locales son mucho más conscientes del peligro-, no respetan la señalización al ver estos lugares promocionados en las redes sociales, como sucedió en la tarde del domingo cuando había unas 20 personas en el lugar, explicó.
A pesar de las advertencias que muestran los carteles que están a la entrada de la piscina natural, los accidentes siguen ocurriendo, el más reciente ocurrió hace solo un mes, el 8 de noviembre, cuando otras tres personas fallecieron en Tenerife y quince más resultaron heridas por golpes de mar en varios accidentes ocurridos en la misma jornada.

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