El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, anunció el martes por la noche la implementación de un nuevo estado de excepción debido a la grave conmoción interna que afecta a cinco provincias y tres municipios, como resultado de los elevados niveles de violencia presentes en esas áreas.
Esta medida estará vigente por 60 días, se aplicará desde este miércoles en las provincias de Guayas, Manabí, El Oro, Santa Elena y Los Ríos, y en el municipio de La Maná, de la provincia de Cotopaxi; y Las Naves y Echeandía, de la provincia de Bolívar.
Estado de excepción ante los actos de violencia
El decreto ejecutivo que oficializa la decisión del presidente indica que los actos de violencia perpetrados por grupos criminales organizados en octubre se han concentrado en las cinco provincias mencionadas anteriormente, «mostrando una violencia extrema».
Asimismo, se señala que numerosos asesinatos ocurridos en el último mes son producto de conflictos entre bandas criminales, y no de la delincuencia común.
Los ataques han empleado explosivos y han tenido lugar en espacios públicos, destacándose que estos «se han intensificado debido a diversas capturas de líderes de los grupos delictivos» y «operativos contra la minería ilegal».
Un ejemplo de esta clara violencia es la explosión de un carro bomba ocurrida el pasado 14 de octubre en los exteriores de un importante centro comercial y de un edificio de oficinas de la familia del presidente Noboa, en Guayaquil, que dejó un muerto y treinta heridos, y que el Gobierno sospecha que podría haber sido perpetrado por Los Lobos, el grupo criminal más grande del país.
En el caso de La Maná, Las Naves y Echeandía, se sostiene que son catalogados como «zonas estratégicas y de protección» para las organizaciones criminales, principalmente por su proximidad a las provincias más problemáticas.
Con esta declaratoria, Noboa ordena suspender los derechos a la inviolabilidad de domicilio y de correspondencia para que las fuerzas de seguridad puedan realizar inspecciones, allanamientos y requisas durante operaciones contra el crimen organizado y también puedan analizar y recopilar mensajes, comunicaciones y cartas vinculados a estos grupos.
Algunas regiones de Ecuador estuvieron bajo repetidos estados de excepción que Noboa impuso tras declarar en enero de 2024 un «conflicto armado interno», con el fin de fortalecer la lucha contra las organizaciones criminales, a las que comenzó a calificar como «terroristas».
A pesar de las medidas implementadas, no se ha conseguido reducir el alarmante nivel de violencia que ha afectado al país andino en los últimos años, el cual se ha agravado en 2025, alcanzando un promedio de un homicidio por hora.
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