Habitantes de Las Cocuizas aseguran estar cansados de inhalar el humo que emana la quema de maleza. Alegan que esto les ha causado diversos problemas respiratorios, y peor aún a los adultos mayores y quienes padecen de asma bronquial.

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Quema como costumbre Solicitan restaurar las instalaciones

«Otra vez van a quemar?» Fue la interrogante entre las vecinas que conversaban entre sí, en el sector que prefirieron no ser identificadas.

Quema como costumbre

Una de ellas indicó, que ésta práctica se ha hecho costumbre para acabar con la maleza del parque General Carlos Padilla Ron, el cual luce bastante deteriorado en su espacio, fachada y chozas.

Habitantes cansados de inhalar humo — Habitantes alegan que están cansados de inhalar humo

María Zavala, dijo: «Es muy bueno que desmalecen el parque, sin embargo, deben enviar una cuadrilla y un camión para recoger los escombros. Eso no es cuidar ni el parque, ni el ambiente, ni la salud de las personas que por aquí vivimos y somos los que más sufrimos por esa quemadura porque la brisa se trae todo eso hacia acá», precisó, señalando la zona del urbanismo.

Cómo es sabido, este sitio de recreación, por muchos años, se alquilaba al ayuntamiento municipal para fiestas infantiles, los fines de semana, así como también, para que los estudiantes realizaran prácticas escolares y universitarias, contando con seguridad, debido a que tenía además, un módulo policial.

Solicitan restaurar las instalaciones

Los denunciantes resaltaron, que hace buen tiempo, el módulo fue habitado por una familia, mientras que al parque le quitaron buena parte del portón de entrada, parte de la cerca de ciclón y hasta los columpios.

«Deberían restaurarlo, ponerlo a funcionar como antes, porque así, con el dinero que se recaude del alquiler, le entra un ingreso más a la Alcaldía para el mantenimiento del parque que además es necesario para los niños y jóvenes que vienen aquí a hacer sus prácticas».

Aura Rodríguez señaló, que «lo que más nos lleva mal es la quemadera, porque los trabajadores prenden eso y se van, luego vienen es a recoger las cenizas, pero la humareda nos la calamos nosotros. Muchas veces lo limpian los mismos vecinos o los niños que vienen a jugar y a practicar fútbol. Hasta el busto del general se lo llevaron los amigos de lo ajeno sin que nadie se diera cuenta,».