La semana pasada, España dio la alarma ante la detección de una falla en los sistemas cibernéticos, aparentemente los programas manejados a través de Microsoft empezaron a generar fallos.
Microsoft, como en otras ocasiones después del silencio habitual, procedió en principio a dar respuestas institucionales y poco claras, en esta ocasión culpan a una empresa que les da servicios de seguridad por la actualización defectuosa de la plataforma de Crowdstrike , una cosa que nadie sabe a qué se refiere, y que para los mortales como yo es simplemente “chino”.
El caso es que este incidente generó un caos mundial en la movilización aérea, en hospitales, en los sistemas de informática de infinidad de embajadas, en universidades, bancos, y en instituciones privadas y públicas.
En el mejor de los casos y aceptando que se trata ”no de un incidente de seguridad, ni de un ciberataque, sino un problema aislado”, cosa que nadie se cree, simplemente tenemos que aceptar que estamos en manos del que tiene la clave para generar el caos, para tocar el switch o meter el código, ese que aprieta el botón; quizás estamos en manos de un tercio que fue sometido a bullying, cuando era joven que está enfrentado contra el mundo, o simplemente un tercio que lo dejó su mujer, que puede estar en depresión o que simplemente le pagaron un dinerito para formar semejante sampablera; ¿En manos de quién estamos?.
Esta situación no puede pasar inadvertida y deberían dedicarse reuniones de emergencia a nivel global generando planes de contingencia para resolver eventualidades similares que veremos cada vez más. Los entes multilaterales deben dejar ya su tontería de tener como único tema el problema palestino con el que se disfrazan las grandes tragedias, claro está eso es lo que da dinerito a tanto vago calientan los puestos en los elefantes blancos como la ONU, organismo que ya está “passé de mode”.
Los ministerios de la defensa de los países deben de incrementar cada vez más sus presupuestos para invertirlos en los laboratorios de ciberseguridad, allí es donde se están enfocando los terroristas de nueva generación, porque se han dado cuenta que no hace falta repartir mártires por el mundo y que desde un ordenador y con muy buena tecnología pueden crear un caos a nivel mundial, sin sangre, (bueno no se si un ataque de esos le garantiza a los yihadistas las 80 vírgenes cuando pasen al otro mundo).
El mundo no puede estar en manos de los gigantes privados que controlan absolutamente la rutina de sus habitantes, se les ha dado mucha cuerda y poder al grupete ese que financia por cierto al globalismo, y están con la chifladura del calentamiento global, el aborto, etc., ahora quizás es demasiado tarde para retornar al punto de partida.
Finalmente hay que decirlo: la mayoría de los entrevistados por los medios el día del evento, no se come el cuento que esto fue un problema de actualización de un software , todos están seguros que se trata de un ataque de ciberseguridad, y punto. ¡Galileo Galilei!
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