Con un portentoso chorro de voz en la lluviosa noche parisina, la cantante canadiense Celine Dion hizo una reaparición triunfal en la apertura de los Juegos Olímpicos de París 2024.
La estrella interpretó desde lo alto de la torre Eiffel, el famoso ‘Hymne à l’amour’ (Himno al amor) de Edith Piaf.
Dion, que padece una grave y rara enfermedad neurológica incurable llamada Síndrome de persona rígida, resultó ser el majestuoso broche final a las casi cuatro horas de ceremonia celebrada a lo largo del Sena.
Cuando los ojos del mundo estaban puestos aún en el deslumbrante pebetero, una figura plateada emergió por sorpresa en la torre, como una estrella brillando en medio de la estructura de hierro, y la potente voz que entonó la melodía de Piaf reveló que se trataba de Dion.
Cantó apostada en el primer piso de la dama de hierro, justo debajo de los anillos olímpicos de París 2024, y aunque su intervención resultó ser breve dejó embelesado al público, que respondió con una tremenda ovación.
Nacida en Charlemagne, Quebec (y por lo tanto representante de la francofonía), la cantante 56 años había tenido que cancelar su gira mundial Courage World Tour en mayo del año pasado por sus graves problemas de salud, que afectan a su sistema nervioso y le provocan espasmos.
Lea también:
Isabella Astor, una monaguense que se coronó como Teen Universal Grand 2024