El nivel de contaminación del agua del río Sena sigue siendo demasiado alto para cumplir con los estándares internacionales requeridos para competiciones olímpicas, lo que preocupa a las delegaciones deportivas que participarán en los eventos en París este verano, ya que no se garantizan las condiciones adecuadas para llevar a cabo las pruebas.
Faltando solo cincuenta días para el inicio de los Juegos Olímpicos que se llevarán a cabo en París, el equipo de natación de Francia ha decidido cancelar nuevamente uno de sus entrenamientos en aguas abiertas programado para el próximo lunes, según informó Radio France.
La cancelación se debe a las fuertes corrientes y al empeoramiento de la calidad del agua a causa de las intensas lluvias de mayo.
Contaminación del agua del río Sena
A principios de marzo, la campeona olímpica en aguas abiertas, Ana Marcela Cunha, declaró que «El Sena no está hecho para nadar». A lo largo del siglo XX, bañarse en el río estuvo autorizado puntualmente.
Las declaraciones de Cunha están respaldadas por datos proporcionados por la ONG Surfrider Foundation, que realiza mediciones de la contaminación del agua en ríos. En abril, revelaron que la concentración de la bacteria Escherichia coli era de 2,000 unidades formadoras de colonias (UFC) por cada cien mililitros de agua, y de 500 por cada 100 mililitros para los Enterococos.
Los límites máximos permitidos en las normas internacionales de competición olímpica son de 1.000 para la Escherichia coli y 500 para los Enterococos.
La capital francesa ha enfrentado esta situación antes, ya que el verano pasado tuvo que cancelar la Copa del Mundo de natación y adaptar las pruebas de relevos mixtos en paratriatlón y triatlón, lo que resultó en una reducción a un formato de ‘duatlón’.
El propósito de esta obra, que tuvo un costo de 100 millones de euros, es hacer que el río Sena sea seguro para bañarse a partir de julio. Esto se logrará al canalizar el exceso de agua de lluvia, evitando que se vierta directamente al río sin pasar por el sistema de tratamiento de aguas residuales.
Debido a la falta de seguridad, los encargados del equipo francés están buscando una nueva fecha para el entrenamiento que les permita simular las condiciones habituales de un río para la competición.
También está pendiente que el presidente francés, Emmanuel Macron, y la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, cumplan con la promesa de mostrar la salubridad del agua mediante las condiciones sanitarias del baño que se darán el 23 de junio.
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