Debido al alto costo que tiene actualmente la carne de res, muchos consumidores en Maturín han optado por comprar solo na vez por semana, bien sea molida o bistec, aunque indican que ésta es la que menos rinde.
«Hay que comprar la carne, aunque ya no como antes que compraba un kilo, no se sustituye pero ahora se compra por lo menos, medio kilo. Eso lo hacemos una vez por semana, se rinde con zanahoria, con vegetales como berenjena y compramos a veces molida o bistec», dijo Leonardo Márquez, mientras se encontraba en un local comercial del mercado viejo.
Los precios esta semana se ubican entre 86 para el lagarto y la costilla, 163 la carne molida, 170 el bistec, lomito 177 en algunos locales, solomo 175 bolívares. Algunas carnicerías ofrecen combos de huesos y lagarto por 5 $ el kilo, mientras que otras hacen llamativas ofertas por 15 dólares para poder vender el producto cárnico.
Esto no parece ser muy convincente para la mayoría de los maturineses que no trabajan con moneda extranjera, por lo que pensar en el precio al cambio en bolívares, hace cuesta arriba adquirir dichos combos y optan por comprar entre 50 y 70 bolívares para no llevar completo el kilo de proteínas.
Para empanada
Otra de las consumidoras que se encontraba en el local, manifestó que le estaba haciendo el favor a una vecina para hacer empanada, pero en su caso, ya poco adquieren este rubro debido al alto costo, «ya ni pollo se puede comprar», indicó.
Una vez por semana
Ligia de Rivas acotó que en su casa la comen una vez a la semana, «no se compra mucho porque ya está en un precio de casi doscientos bolívares y así no se puede, uno gana la pensión y no da para eso, es poquito lo que uno gana», precisó.
Se vende toda
Por su parte, vendedores coinciden en que la carne no se les queda debido a que siempre se vende. «Siempre hay quien compre. Hay variedad de precios y variedad de compradores. Hay quienes compran poquito y otros que compran en grandes cantidades», expresó el joven.
Esto siempre varía por cuanto hay personas que cuentan con la remesa de seres queridos que están fuera del país, como aquellos que mejor ganan en las empresas donde trabajan, quienes se las ven más duro son las personas que no trabajan, no cuentan con un salario retributivo a la labor que realizan o no tienen ayuda de ningún familiar.
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