Este sábado 8 de julio el Programa de Estimulación Sensorial y Musicoterapia que adelanta la alcaldesa de Maturín, Ana Fuentes, alcanzó su primer aniversario atendiendo a más de 80 niños, niñas y jóvenes con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y Trastornos del Espectro Autista (TEA).
Esta iniciativa, cristalizada a través de la dirección del Instituto Municipal de Parques y Turismo (Impart), bajo la responsabilidad de Mariángela Martínez, arrancó el 8 de julio de 2022 en las instalaciones del Parque Zoológico “La Guaricha” de Maturín, con el propósito de lograr la armonización de estos pequeñines con la naturaleza y estimular así otras acciones en ellos.
Así lo indicó Martínez durante el acto aniversario que tuvo lugar en el auditorio de la Junta de Beneficencia Pública y Social-Lotería de Oriente, en el que también se llevó a cabo la segunda jornada de formación denominada «Un enfoque ecológico de la inclusión», dirigida al personal, padres y representantes del mencionado programa social.
Asimismo, 11 de los niños y niñas atendidos con este programa realizaron una presentación para deleitar a los presentes, basados en las sesiones de musicoterapia que han recibido.
En el evento fueron presentadas cuatro ponencias, entre ellas las dictadas por la psicopedagoga Keila Ropero, coordinadora general de este plan cognitivo, “Enfoque ecológico”; el psicólogo infantil, Reinaldo Rojas, en la mención clínica “Estrategia de modificación de conducta”, y la psicopedagoga Eudelys Herrera, con el tema “Abordaje terapéutico del autismo a través de la reflexología podal (pies)”.
Rompecabezas de amor
Martínez resaltó que gracias a la aprobación Alcaldesa le diera al programa, pudo comenzar a armar lo que ella denomino “un rompecabezas de amor” y recompensar el cariño, las sonrisas y amor que cada uno de estos niños y niñas transmiten desde su más pura e infinita inocencia.
“Nosotros esperamos consolidarnos de una manera sustentable y perdurable en el tiempo, como un gran equipo e institución que atienda a estas personas en edades comprendidas entre 3 a 12 años, donde todos pueden tener acceso al programa con consultas externas y evaluaciones. Quiero dejar una huella en el tiempo, a ese niño que te regala una sonrisa, un cariño y un gesto de ternura junto a estas personas de luz que me apoyaron a armar este rompecabezas”, puntualizó.
Inclusión ecológica
Entre tanto, Ropero acotó que ella, junto a otros 10 especialistas en Educación Especial, reciben dos veces a la semana, por un periodo de dos horas, a estos pequeños debidamente acompañados por un adulto significativo para ellos, como padres o abuelos.
“Ellos tienen una discapacidad y nosotros impulsamos el cómo aprender a valorarlos, a amarlos, a quererlos y no por lo que tienen, sino porque son seres humanos. Nuestras sesiones, eventos y actividades hacemos cosas distintas a los consultorios e instituciones convencionales, realizamos terapias a los ellos junto al entorno ecológico”, señaló.
En ese sentido informó que cuentan con un nuevo logo direccionado al propósito y génesis de sus actividades relacionado al amor y empatía y la relación entre los niños la naturaleza y el ambiente.
“Buscamos con la estimulación sensorial desarrollar actividades y terapias del niño
Que fortalezcan sus funciones neuronales y unificarlas para que mejoren la actividad cognitiva y motrices, lo que llamamos enraizarse. Que se pueda cubrir sus necesidades físicas, cognitivas, motrices y emocionales”, dijo.
Mejoras
Para Leida Villalba, abuela de un niño con TDA, el programa significa muchísimo para ellos, pues en un corto tiempo avanzan a otras etapas de desarrollo de acuerdo a las necesidades que tengan.
“Ellos, a pesar de su situación, se desenvuelve muy bien, avanzan a buen ritmo y se ajustan rápido a otros espacios. Gracias a la alcaldesa Ana Fuentes por el apoyo, tengo al niño porque su mamá murió y el padre se fue del país, sin este programa fuera muy difícil llevar su educación y tratamiento, yo he aprendido muchas cosas acá, siento como que estuviese criando en cero, de nuevo”.
María Porras, madre de una niña de 12 años con TDH y habitante del sector La Puente, se sumó al programa hace cinco meses y afirma que en ese lapso la niña mejoró la comunicación expresiva, la parte motora, su sociabilidad e integración a los grupos.
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