El 27 de mayo de 1951 dio inicio una de las actividades más significativas en lo atinente a paisajismo y estética urbana en la ciudad capital del estado Monagas. Han transcurrido 72 años de ese acontecimiento que signó la característica urbana esencial de Maturín.
Esa mañana de mayo de 1951 se inició la siembra de árboles de caoba en la que a partir de ese momento pasaría a llamarse avenida Bolívar y que antes era conocida con el topónimo de calle Luis Del Valle García.
El poeta y gobernador Alirio Ugarte Pelayo tenía claramente definido un concepto de ciudad que dejara atrás el bahareque y se incorporara a la modernidad. Para ello era necesario nuevos trazados viales e incorporar la planificación urbanística como aspecto capital para el desarrollo de la ciudad.
Se dió inicio entonces a la construcción de un conjunto de edificaciones de relativa envergadura que se convirtieron en íconos y fueron progresivamente estableciéndose como identidad de la ciudad.
De esa intención y desarrollo de la breve gestión de Ugarte Pelayo nacieron la Redoma Juana La Avanzadora, la edificación del Liceo Miguel José Sanz, la escuela Vicente Salias, la edificación del Consejo Venezolano del Niño (donde hoy funciona la Oficina del Historiador de Maturín) la Residencia de Gobernadores, la Residencia estudiantil Armando Zuloaga Blanco, la avenida Bolívar, las avenidas Luis Del Valle García y otras que determinaron la grafía de la modernidad urbanística de Maturín.
Maturín: Jóvenes árboles de caoba
Giusseppe Felipette con sus ayudantes procedió a plantar los jóvenes árboles de caoba, los que a su vez fueron acompañados de una planta parásita.
Era el séptimo día de la última semana de mayo y Felipette ni Ugarte Pelayo acataron el mandato cristiano de descansar los domingos sino que por el contrario iniciaron un proceso de siembra de árboles que determinaron la cultura de una ciudad que amorosamente mantiene su acervo vegetal y lo ha convertido en identidad mientras labra un camino de desarrollo que la ha convertido en una de las ciudades más importantes de Venezuela.
Con el tiempo, los árboles de la avenida Bolívar se convirtieron en razón de orgullo para la ciudadanía y en motivación para poetas que empezaron a llamar túnel vegetal al abrazo de los árboles que a lo largo de la avenida Bolívar (en sentido este) dan oxígeno, sombra, identidad y estética urbana.
En 1951 se tomó como referente la celebración del día del árbol en Venezuela para plantar árboles y signar a Maturín como una ciudad donde se valora altamente la presencia vegetal como componente urbano esencial .
Hoy, en 2023, setenta y dos años después, en la gestión de los jóvenes Ernesto Luna y Ana Fuentes la ciudad celebra a los árboles como esencial presencia y como evidencia de un concepto de ciudad humana e inteligente que profundiza su desarrollo sin olvidar que las personas son el objetivo y razón última de toda política pública.
Maturín es nuestra bella ciudad capital del Municipio Maturín y del estado Monagas. Es nuestra Sultana del Guarapiche y en ella caminamos por el túnel vegetal donde ratificamos nuestro compromiso con la patria.
El sábado 27 de mayo de 2023 celebraremos los 72 años de una siembra de árboles que convirtió a la avenida Bolívar de Maturín en una de las más bellas de Venezuela.
Esos árboles son nuestro símbolo y son también la expresión de una lectura cabal de la ciudad que sabe que la propuesta del verde suaviza el clima y hace posible la vida. Cuidarlos, preservarlos, es una política pública esencial en el desarrollo de una ciudad humana que estamos haciendo posible.
Foto 1: avenida Bolívar en 2023
Foto 2: avenida Bolívar en 1951
Foto 3: liceo Miguel José Sanz en construcción
Texto:
Miguel Mendoza Barreto
Jefe Oficina del Historiador de Maturín
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