La actriz estadounidense Meryl Streep este miércoles 26 de abril ha sido distinguida con el Premio Princesa de Asturias de las Artes 2003, por «dignificar el arte de la interpretación y conseguir que la ética y la coherencia trasciendan a través de su trabajo con la virtud de subrayar que los seres humanos y concretamente las mujeres deben latir y destacar a partir de su singularidad».
El jurado, que ha estado presidido por el director del Museo de Bellas Artes de Bilbao, Miguel Zugaza, también ha valorado que «a lo largo de cinco décadas, Meryl Streep ha desarrollado una carrera brillante encadenando interpretaciones en las que da vida a personajes femeninos ricos y complejos que invitan a la reflexión y la formación del espíritu crítico del espectador. La honestidad y responsabilidad en la elección de sus trabajos, al servicio de narrativas inspiradoras y ejemplarizantes traspasan la pantalla y los escenarios con una impecable técnica interpretativa armada únicamente con su gestualidad, voz y mirada».
La candidatura de Streep, la segunda actriz en ser galardonada con el Princesa de las Artes tras Nuria Espert en 2016, y la quinta si se incluyen a sus colegas de profesión Woody Allen (2002), Vittorio Gassmann (1997) y Fernando Fernán-Gómez, ha sido propuesta por el director Pedro Almodóvar, que fue merecedor del mismo premio en 2006. «Pocas actrices en la historia del cine americano poseen la versatilidad de Meryl Streep, actriz de amplísimos registros que domina todos los géneros, la comedia, el drama, el musical, etc. Todo lo hace bien y todo lo hace con naturalidad y verdad. Meryl Streep es una dignísima portadora del Premio Princesa de Asturias de las Artes de este año», ha declarado el realizador manchego en un comunicado.
Meryl Streep la diva de una generación
Meryl Streep, quien el próximo 22 de junio cumplirá 74 años, es la mejor actriz de su generación, camaleónica donde las haya y siempre ofreciendo todo un recital interpretativo. Así lo demuestran sus numerosos reconocimientos: es la actriz con más nominaciones al Oscar (21 de los que ha ganado tres) y los Globos de Oro (8 estatuillas de 32 menciones), dos Bafta, tres Emmy y ahora se le añade el Princesa de Asturias de las Artes.
Los miembros del jurado que otorgan tan distinguido galardón aprecian en Meryl Streep asimismo a una «activista incansable a favor de la igualdad, con su talento y rigor, que ha posibilitado que diferentes generaciones disfruten de interpretaciones inolvidables, conquistando el respeto que esta gran artista merece». Es la actriz que todos los directores quieren en sus películas y en Hollywood se dice que «ninguna otra actriz nacida antes de 1960 puede conseguir un papel a menos que Meryl lo haya rechazado antes».
Su primer Oscar lo logró como secundaria por Kramer contra Kramer (1979), un drama dirigido por Robert Benton sobre el complicado divorcio de una pareja con un hijo. Con La decisión de Sophie (1982) obtuvo su segunda estatuilla, esta vez como mejor actriz, por su intenso papel de una superviviente del campo de exterminio de Auschwitz. Y el tercero por encarnar a Margaret Thatcher en La dama de hierro (2011).
Meryl Streep Graduada en Arte Dramático por la universidad de Yale, Meryl Streep comenzó con éxito en el teatro, luego saltó a la pequeña pantalla (participó en la aclamada miniserie Holocausto) y debutó en la gran pantalla con Julia (1977) junto a Jane Fonda y Vanessa Redgrave. Consagrada como actriz de cine desde comienzos de los ochenta, Streep ha desarrollado una prolífica carrera con más de sesenta títulos a sus espaldas, demostrando con creces su talento y su especial habilidad con los acentos.
Y es que ha hecho de su voz su mejor arma a la hora de actuar. Desde la polaca Sophie Zawistowska de La decisión de Sophie, pasando por la escritora danesa Karen Blixen de Memorias de África, la madre australiana desesperada por la desaparición de su bebé en Un grito en la oscuridad o la misma Thatcher de La dama de hierro, a la que aportó un acento más británico incluso que el de la propia exministra del Reino Unido.
Además, es de las pocas intérpretes que ha sabido compaginar con discreción su profesión con su vida privada. Casada desde hace 45 años con el escultor Don Gummer, es madre de cuatro hijos y una mujer comprometida en la lucha por la igualdad de género y la inclusión. Con Gummer se casó menos de un año después de que falleciera su anterior pareja, John Cazale, con el que trabajó en su primera película importante, El cazador, dirigida por Michael Cimino y coprotagonizada por Robert De Niro y Christopher Walken.
La intérprete suele dar discursos muy aplaudidos por sus colegas de profesión, como el que ofreció al recoger el premio Cecil B. DeMille en 2017, en el que aprovechó el momento para cargar contra Donald Trump y lanzar un mensaje sobre la importancia de la prensa, la empatía y el arte. Feminista declarada, es miembro activista de Equality Now (Igualdad Ahora) y ha intervenido con la ONU en causas humanitarias.
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