En Maturín, el tema de la basura continúa ganando terreno en los diferentes espacios de la ciudad donde es posible observar gran cúmulo de desperdicios, de los que buena parte esparcen personas en situación de calle y los perros, sobre todo en horas de la tarde-noche, mientras en algunos sitios opta por quemarla porque el aseo no pasa, ocasionando problemas de salud a personas vulnerables.
En algunos sectores, aún cuando el camión recolector pasa a una hora específica, se vuelve a acumular el promontorio, tal como que no hubiesen transitado, por lo que hasta los mismos habitantes, como en el caso de Los Guaritos, que se ha convertido en una zona comercial, alegan que mucha gente sale a colocar la basura después que ha pasado el camión recolector, en la avenida Orinoco es común ver el cúmulo de desechos.
Conciencia
En este sentido, se trata más de conciencia, como suele ocurrir en pleno centro de la ciudad, donde, a pesar de los esfuerzos de las autoridades de colocar papeleras en algunas plazas, con su determinado color para cada tipo de desecho, sin embargo, el grueso de los transeúntes no suele colocarla donde debe.
Asimismo, es común ver que postes que han quedado inutilizados tienen su pie llenos de desperdicios, «Uno va buscando una papelera y no hay, sino de la Rómulo para allá y no encuentras dónde echar la basura, a mí no me gusta botarla en la calle y siempre procuro tener una bolsita para colocarla y botarla en la casa, pero no todo el mundo hace lo mismo, incluso hay gente que va en carro y la bota por la ventana», aseveró Eulogia Fermín, una de las transeúntes que se encontraba cerca de la plaza El Estudiante.
De igual manera, Ramón Freites señaló que falta conciencia en la ciudadanía, así como también hace falta la colocación de más papeleras a lo largo de la avenida y que cada comerciante cuente con su respectiva papelera, entre otras mejoras. «También hace falta el control de las personas de la calle que andan rompiendo las bolsas de basura para buscar comida y los vendedores de chatarra y bolsas plásticas, ahí mismo, en la calle Monagas, donde quedaba la curia diocesana hay un promontorio de basura al que nadie le para, eso allí, aparte de horrible, está hediondísimo, hace falta mucho para tener a la ciudad bonita», dijo.
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