Han transcurrido 28 años desde aquel 31 de marzo de 1995 cuando una bala acabó con la vida de la reina del Tex-Mex, Selena Quintanilla Pérez, conocida como Selena, quien para muchos sigue viva «como una flor», uno de sus temas más conocidos.
La presidenta de su club de fans, Yolanda Saldívar, accionó el arma, mientras se encontraban en la habitación de un hotel, a donde citó a la cantante que llegó confiada sin saber que en minutos perdería la vida.
Sin embargo, pese al paso del tiempo Selena se ha transformado en la reina eterna de la música tejana, y no hay día en que sus antiguos fans ven como sigue creciendo la admiración por una artista insuperable.
Ella fue una cantante estadounidense considerada por sus seguidores como la «Reina de la música tejana». Sus contribuciones a la música y la moda la convirtieron en una de las artistas más célebres de finales de los años noventa.
Películas, series y libros siguen manteniendo vivo la deslumbrante carrera artística de Selena y se multiplica, pues muchas niñas llevan el nombre en homenaje a la «Reina».
Selena por siempre
Los primeros pasos de Selena se remontan a su infancia, cuando su padre la hacía actuar con sus hermanos en el restaurante que dirigía. Fue así como nació ‘Selena y los Dinos’, grupo con el que la cantante hizo su estreno comercial a la edad de 12 años.
En aquel entonces, el éxito acompañó a los jóvenes y dio la posibilidad de que en 1984 pudieran grabar su primer trabajo discográfico llamado “Mis primeras grabaciones”.
Luego de abrirse mercado en territorio norteamericano, la cantante conquistó el corazón de la comunidad latina, principalmente mexicana, con una carrera en ascenso que le había garantizado un disco en inglés.
Vestida con tops que recordaban el estilo atrevido de las cantantes del género Pop de aquella época y con canciones tejanas, pero adaptadas al público de cada zona, en 1993 Selena consiguió un Grammy al ‘mejor álbum de música mexicano-americana’.
Al año siguiente publicó su disco Amor prohibido, donde se escuchaban canciones que se hicieron famosas al instante de aparecer: «Bidi Bidi Bom Bom» y «No me queda más».
Dado sus logros, la joven invirtió en diferentes rubros como, moda y gastronomía, por ello, además de contar con su familia necesitó otras personas para echar a andar sus negocios, ahí es donde entra en juego una tímida seguidora que pretendía proteger los intereses económicos del club de fans de Selena, Yolanda Saldívar.
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