Durante un recorrido realizado por diferentes comercios del mercado viejo en la ciudad de Maturín, se pudo observar los elevados precios del pollo picado, en especial, la pechuga y las alas, las cuales han alcanzado niveles estratosféricos, inclusive, se han tornado más costoso que comprar el pollo entero.
Y es que mientras el kilo de pollo entero se encuentra entre 49,90 y 57 bolívares el kilo; la pechuga se ubica entre 81 y 86 bolívares, mientras que las alas están entre 68,90 y los 73 bolívares; las patas se elevaron entre los 49 y 53 bolívares, con lo cual cada vez quedan menos opciones de compras de proteínas a la población, mermando su calidad de alimentación.
Las amas de casa que se encontraban en las inmediaciones del lugar se quejaban de los altos precios de estos rubros como las alas y las pechugas de aves, que anteriormente, eran más económicas, ahora, «no se pueden comprar, ¿qué come uno?», dijo Ana Bermúdez con cierta tristeza.
La pensión no alcanza
María Guilarte señaló que tiene tiempo que no sabe lo que es comer pechuga ni pollo, «Cuando compro, es patas o dos muslos, las patas se guisan o se hace un caldito, porque ¿cómo come uno pollo con esos precios como están, si ya las patas están en casi cincuenta bolívares?, la pensioncita no da para nada», acotó.
Luisa Marín, otra de las compradoras, mencionó que «da tristeza ver como aumentan las cosas a cada rato y nadie hace nada, a nadie parece importarle que el venezolano se esté muriendo de hambre, como va a estar la pechuga, o mejor, las alas más caras que el kilo de pollo, para eso hago el sacrificio y compro el pollo entero», dijo dejando ver su molestia.
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