El número de fallecidos por los terremotos en Turquía y Siria no deja de crecer. A última hora de la tarde de este lunes supera los 2.600 muertos y las autoridades temen que siga aumentando porque cientos, quizá miles, de personas continúan bajo los escombros. Hasta ellas tratan de llegar los equipos de rescate, pero las decenas de réplicas que se han sucedido -una de ellas casi tan grave como el seísmo original- dificultan la localización de supervivientes.
Aunque el terremoto ha tenido su epicentro en territorio turco, la situación podría ser particularmente dramática en las zonas afectadas de Siria que no están bajo el control del Gobierno. En primer lugar, por la falta de un poder centralizado. Y, en segundo lugar, porque allí se deja sentir especialmente la devastación causada por diez años de guerra civil.
Región de Turquía y Siria: una zona de alta actividad sísmica
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