Juan Carlos Alvarado, diputado a la Asamblea Nacional, cerró su intervención en el acto del 77 aniversario de COPEI en Caracas con una frase que, precisa, usó mucho Arístides Calvani: “Solo el pueblo salva al Pueblo”.
La había oído en boca de Lina Ron, Hugo Chávez y del presidente Nicolas Maduro por lo que me sorprendió conocer que fue tan destacada figura de la democracia cristiana continental quién primero la citó en Venezuela. Investigando un poco encuentro que el autor original fue Vicente Lobardo Toledano, sindicalista, político y filósofo de principios del siglo XX, nacido en México, fundador del partido popular socialista y del sindicato azteca de maestros.
Lo cierto es que, en nuestro querido país, hoy más que ayer cobra plena vigencia “Solo el pueblo salva al pueblo”.
Nadie desconoce la magnitud de la Permacrisis que nos azota. Son los sueldos, salarios pensiones y jubilaciones tan irrisorios como nunca antes y en cualquier lugar del planeta; es el incremento sin control de los precios, el deterioro de los servicios públicos, las carencias en el sistema de salud, las inexistentes oportunidades para los jóvenes, la falta de apoyo suficiente a emprendedores y agricultores y pare de contar cuanto más que hace que la vida diaria de venezolanos y venezolanas sea tan difícil.
De manera implacable se ha combinado el empeño de implantar un modelo fracasado en otras latitudes -el ya ni siquiera mencionado Socialismo del Siglo XXI- y medio millar de sanciones extranjeras que estrangulan la economía local.
Veo las encuestas y en todas encuentro similares resultados: una generalizada insatisfacción aparejada con masivo rechazo a la clase política venezolana que si no es capaz de reaccionar de una vez se verá sobrepasada por nuevos actores que surgirán del pueblo descontento.
El 2024 está a la vuelta de la esquina y si en los próximas semanas, y no lo alargo a meses, no hay capacidad para dejar atrás tanta mezquindad, ambiciones desmedidas, cortedad de miras, falta de grandeza, el pueblo en procura de salvarse nos rebasará: después no digan que no lo advertimos.
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claro que tarde o temprano el pueblo les pasa factura, y a este personaje, llamado Luis e. Martínez, también le pasaran factura, fuiste gobernador de Monagas, y no terminaste el periodo por tener rabo de paja, el pueblo no se olvida…