Aún cuando en diferentes calles del centro de la ciudad de Maturín es común observar vendedores de café, que transitan con sus termos a lo largo de calles y avenidas, o simplemente se encuentran apostados en distintas esquinas, cada vez son menos las personas que lo consumen debido al alto costo.
Karen Marcano, quien expende sus vasitos de café cerca de la plaza Piar, alega, que ya el negocio no da como antes, aún cuando todavía hay quienes compran su cafecito, las ventas han venido en descenso, debido a que ha incrementado el valor del mismo, en cinco, seis y siete bolívares, el vaso mediano, dependiendo donde lo adquiera. «Inclusive a veces no hago nada, solo me ayudo más con la venta de chucherías y otras cositas que tengo, sino, ¿Cómo haría para atender a mi niña, si a veces tengo que gastar más de lo que hago aquí».
Ya no es rentable
Destacó además que el café en polvo sigue incrementando de precio, lo cual ya no lo hace una opción rentable. «A veces ni siquiera puedo venir a trabajar porque tengo que ir a comprar los productos y aquí estamos prácticamente sobreviviendo», dijo Marcano.
Asímismo, Luisa Brito, quien trabaja con este producto en las adyacencias de la calle Chimborazo, resaltó que muy poco es lo que se vende. «Yo traigo poco porque a veces no vendo café, más se vende cigarro, es que el café ha aumentado mucho y no se puede vender económico porque no da».
Mencionó que quienes más piden café son algunas personas que van al banco a buscan efectivo, sin embargo, hay días que se devuelven sin vender ni un solo vaso de café. De igual manera, Luisa Gil, resaltó que muy poco se compra una café en la calle. «Cuando lo compro prefiero comprarlo en panaderías, pero el café está muy caro la verdad», dijo.
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