Los restos mortales de Isabel II yacen este domingo en la sala del Trono de la residencia real de Holyroodhouse, en Edimburgo, tras recibir el homenaje de miles de personas que salieron a la calle al paso del cortejo fúnebre que los trasladó desde el castillo de Balmoral hasta la capital escocesa.
Desde Balmoral, donde la reina murió el jueves a los 96 años, el cortejo fúnebre inició esta mañana el trayecto de unos 200 kilómetros para llegar a la capital de Escocia, tras pasar por pueblos y localidades, entre ellos Ballater, Aberdeen y Dundee.
A lo largo de este recorrido, miles de personas se situaron a ambos lados de las carreteras para aplaudir y tomar fotografías del ataúd, cubierto con el estandarte real de Escocia y una corona de flores, recogidas especialmente de los jardines de Balmoral.
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