Es obvio que las cifras, tanto del gobierno venezolano como de multilaterales y bancos extranjeros, han ofrecido unos datos sobre el tamaño -modesto- del Producto Interno Bruto (PIB) que no explican el mucho mayor tamaño de algunas manifestaciones socioeconómicas que se observan a simple vista: la circulación de autos y motocicletas, la afluencia a sitios de comida, supermercados y abastos, la venta de artículos para el hogar, etc. Todo esto sugiere que, además de las actividades económicas que podemos medir, ocurren otras informales que no estamos midiendo, pero tienen efectos reales y notorios.
Lo que más llama la atención es la recuperación de los indicadores de opinión pública, también muy por encima de las modestas cifras sobre la recuperación económica. Por ejemplo, según la Encuesta Nacional Omnibus de Datanálisis, la Situación País era evaluada negativamente por el 85% de la población hace 18 meses; hoy ese porcentaje ha descendido a -60%. Sigue siendo “mala” dicha evaluación, pero el indicador ha mejorado en un 30%. Esta tendencia es mucho más marcada en el caso de la evaluación de la Situación Personal. Ésta se encontraba en + 15% hace tres años, pero, para julio 2022, se encontraba en +69%; una recuperación de, aproximadamente, el 460%.
La Evaluación de Gestión de Nicolás Maduro ha subido un 180% en 18 meses, de 10% a 28%. Quienes quieren que deje la Presidencia de la República han bajado del 80% en esos mismos 18 meses a 54%, una mejora del 33%.
El cambio que puede explicar estas mejoras se basa en las políticas económicas iniciadas a partir de 2019, sobre todo la desregulación de los precios, de la libre circulación de las divisas, reducción de aranceles, etc.; políticas que han empujado la oferta y el empleo. También es obvio que la reducción de la inflación de 1.680.000% en 2017 a 660% en 2021 tiene que representar un gran alivio que estaría reconociendo la población. Desde hace unos 20 años Escenarios Datanalisis viene siguiendo la correlación entre Liquidez Real (Liquidez Nominal menos Inflación) y el nivel de aprobación de gestión de quien haya sido el Presidente de la República de turno. Entre 2004 y 2012 dicha correlación fue muy alta y positiva (+ 0,94%). Desde 2013 hasta 2018, años en los que el presidente Maduro cometió el error de seguir las políticas populistas y estatistas de Hugo Chávez, pero sin altos ingresos petroleros que taparan esos errores, por más que al principio de ese segundo período subiera la liquidez real, la aprobación de gestión del presidente bajaba. Sin embargo, a partir del cambio de políticas económicas del 2019, se ha observado, primero, que la Liquidez Real dejó de caer y, a partir de 2021, comenzó a crecer muy modestamente. No obstante, el rédito que la pequeña mejora en este indicador le ha rendido a NM es enorme porque su aprobación de gestión ha crecido notablemente, como ya señalamos.
La mejora en esta relación entre Liquidez Real y Aprobación de Gestión presidencial sugiere lo mismo que los indicadores de la economía real; es decir, que circulan mucho más divisas que las que se pueden medir.
Otro mensaje de este breve análisis es que el gobierno estaría cometiendo el error de tratar de recuperar el valor del bolívar recortando la circulación de las divisas y, además, castigándola con el IGTF. Si se quiere rescatar el bolívar, se debe hacer promoviendo el crecimiento de la economía real a través de la inversión privada para que nuestra moneda tenga respaldo. Precisamente, el error es peor si se considera que la libre circulación de divisas fue, junto con la desregulación de precios, uno de los grandes alicientes para que el empresariado se metiera la mano en bolsillo y, sin crédito bancario, financiara la recuperación económica. Si el gobierno no tiene, como tampoco tenía en 2019 como financiar dicha recuperación, creo que, para seguir reconectando con la población, le conviene desarrollar las políticas que atraen la inversión privada, oferta y empleo nacionales, no frenarlas.
@joseagilyepes
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