El Observatorio Venezolano de Violencia en Monagas (OVV Monagas), dio a conocer los datos del informe semestral sobre violencia en 2022. La información se basó en la recolección y análisis de datos de los hechos de violencia interpersonal ocurridos en el estado.
El equipo de investigadoras informó que, los homicidios intencionales nuevamente ocupan el primer lugar con 25,3%, seguido del robo con 24,2%, los cuales forman parte de los 178 delitos que afectaron aproximadamente a 328 personas en el primer semestre 2022. Según la observación de prensa, le siguen los delitos de agresión con 18,5%, luego las tentativas de homicidios con 16,9% y violaciones sexuales con 5,1%; quedando en orden decreciente los secuestros y amenazas de muerte con 3,9% cada uno y otras agresiones sexuales 1,7%.
Entre las motivaciones de los delitos (distintos al homicidio, agresión y tentativas de homicidios), fue evidente que el 80% estuvo determinado por el provecho ilícito, 13% por trastornos de conducta, 5% basado en género y 2% otras motivaciones. Las armas de fuego resultaron las más utilizadas para cometer los delitos con el 37,6%, seguido de la fuerza física con 26,4 %, objetos punzo cortantes 25,3%, otras 6,4% y no informan 4,5%.
Es de mencionar que, en la región los hurtos se han incrementado por lo que se presume que esta situación puede responder a las acciones propias de pandillas y, el aumento de los hurtos de materiales ferrosos (chatarra), delito muy investigado actualmente por las autoridades, dada su declaratoria como material de uso estratégico para el Estado venezolano.
La situación de la violencia en Monagas reproduce algunos patrones delincuenciales que se registran en otras regiones del país. En el estado operan desde pandillas y/o bandas organizadas, hasta grupos estructurados de delincuencia organizada (GEDO), los cuales despliegan operaciones en distintos municipios del territorio monaguense, muy especialmente en el municipio Maturín, dada su densidad poblacional (urbana y rural), movimiento comercial y su extensión territorial. Estos grupos han ido adaptando sus operaciones ilícitas a los contextos socio-económicos de la región.
El equipo del OVV Monagas señaló que, en cuanto a las muertes violentas, se registraron 56 sucesos. Esta cifra se desagrega en 11 eventos por intervención policial/militar (MIP/M), en los cuales murieron 14 personas. Igualmente se registraron 48 sucesos relacionados con homicidios intencionales, registrándose 60 víctimas fatales. En total fallecieron 74 personas.
En cuanto a los homicidios se observa una disminución, considerando que, durante ese mismo lapso del 2021, se registraron 72 eventos; 13 MIP/M y 59 por homicidios, cuyo resultado fue de 79 víctima. Aunque hubo una disminución en los eventos de 29,1%. Sin embargo, en comparación al número de fallecidos tan solo se redujo en 6,32%.
Municipios más violentos de Monagas
Según el OVV Monagas, los datos refuerzan la existencia de un eje de la violencia en torno al municipio Maturín. Por ejemplo, de los 178 delitos registrados, 124 fueron cometidos en Maturín, seguidos de 19 en Ezequiel Zamora, 8 en Libertador y 7 en el municipio Piar. Hay que destacar el problema de la ruralización de la violencia en municipios como Cedeño y Santa Bárbara, con la presencia de bandas que operan en la zona dedicadas a extorsión, robo, hurto, secuestro y asesinato.
Es importante recordar que, dos eventos marcaron el inicio de la violencia del año 2022. Por un lado, en la madrugada del primero de enero de 2022, se produjo un enfrentamiento en la zona de Barrancas del Orinoco, municipio Sotillo, que se prolongó por siete horas y dejó un saldo de 7 fallecidos y un número no determinado de heridos.
Los GEDO el “Sindicato” y los “Afros”, se disputan el control territorial de la zona, dada la ubicación geográfica privilegiada y su salida al mar a través del río Orinoco. Este evento de violencia obligó a las autoridades a reforzar la seguridad de la zona, a través de operativos militares, así como a revisar sus políticas de seguridad para el estado. Las severas denuncias realizadas a través de redes sociales y portales web, impulsaron la actuación reactiva de los cuerpos de seguridad
Entre febrero y marzo, hubo un aumento de otros tipos de delitos comunes como: agresiones, robos y secuestros de unidades de transporte; colocando al mes de febrero como el más violento con 19,1% en relación a los delitos, seguido de mayo con 17, 4%, este último, principalmente por los homicidios intencionales. Así mismo, después de los eventos del municipio Sotillo, se evidenciaron, algunos asesinatos cuyos contextos situacionales estaban relacionados con ajustes de cuentas entre los miembros del “El sindicato de Barrancas”.
Violencia en niños, niñas, adolescentes y jóvenes
El equipo del OVV Monagas, explicó que al realizar un análisis regional sobre la situación de violencia de niños, niñas, adolescentes y jóvenes (NNAJ), se evidencia que Maturín continúa siendo el municipio más violento con 75% de la ocurrencia de casos de violencia letal y no letal (al menos 30 víctimas) contra este grupo poblacional.
Explicaron que ello no significa que no ocurran actos de violencia en otros municipios, pero las condiciones de densidad poblacional, crecimiento de sectores vulnerables y concentración de eventos de crimen organizado en la capital del estado, constituyen la explicación de dicha tendencia. Adicionalmente, el 45% del total de casos de violencia en NNAJ recae sobre jóvenes varones entre los 18 a los 24 años, en el delito de homicidios intencionales o tentativa de homicidio, constituyéndose en los principales afectados por la violencia en la entidad.
Esta afectación se explica, en parte, por su propia participación en dinámicas de delincuencia juvenil que caracteriza muchos contextos comunitarios en Monagas. Asimismo, en ocasiones son captados por liderazgos negativos que se establecen como modelo a seguir para el éxito social y económico de la juventud.
Por otra parte, el otro grupo especialmente afectado por la violencia corresponde a niñas entre 0 y 11 años (10 casos que representa el 25% del total de casos de la entidad), las cuales se encuentran en situaciones de vulnerabilidad y riesgo de protección, debido a la violencia intrafamiliar, entornos comunitarios hostiles y efectos negativos del post confinamiento por Covid-19. Precisamente, ello se ve reflejado en un aumento preocupante de casos de violación sexual y otros tipos de agresión en este mismo grupo, cuyos victimarios en muchas ocasiones, son los familiares cercanos (padres, padrastros, entre otros).
De igual forma, el equipo del OVV Monagas considera la necesidad de seguir trabajando coordinadamente con políticas de seguridad que permitan reducir sostenidamente la incidencia de este tipo de delito en la entidad, principalmente porque las consecuencias son mortales y afectan directamente la vida de las personas y sus familiares.
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