Por segundo día consecutivo, luego que maestros y profesores recibieran el pago del bono vacacional correspondiente a su labor en el Ministerio de Educación a través de la Oficina Nacional de Presupuesto (Onapre), el comercio de Maturín lució abarrotado de compradores.
Cual si se tratara de una feria o un día festivo, como en el día de las madres o Navidad, mucha gente entraba a los distintos comercios comparando precios, comprando pantalones, blusas, ropa íntima medias, calzado, comida, teléfonos, todo lo necesario, sobre todo para los estudiantes es lo que se observó la mañana de este jueves en la ciudad capital.
La docente Elizabeth Martínez, resaltó que recibió la cantidad de 2 mil bolívares, con lo que además de abastecerse de alimentos, usará este bono para hacer algunas reparaciones en casa, que también ha quedado en último lugar. «Todo lo que uno gana se va en pasaje y en comida, por eso voy a aprovechar para hacerle algo a mi casa porque el techo lo tengo inservible», dijo.
Otros optaron por compartir una comida en alguno que otro restaurant, recordando viejos tiempos.
Algunas personas manifestaron que era lo justo, por cuanto desde hace mucho han debido ajustar los sueldos que ya se quedaron nuevamente muy por debajo de la realidad, por lo que han decidido adelantar las compras antes que todo vuelva a subir, que es una constante diaria.
Inversión en uniformes y útiles escoles
Asunción Medrano, buscaba pantalones para su hijo que entra a una nueva etapa educativa, comparaba precios en distintos negocios, además dijo que comenzaría a buscar el costo de los cuadernos que ya están bien caros.
«He estado mirando los pantalones y no bajan de entre 12-15$, las camisas sí están un poco más económicas se consiguen en 10 y 12 dólares eso hoy, mañana no se sabe. Mientras, los cuadernos están en 18 bolívares, 23 bolívares las libretas de 4 materias, así que imagínese ¿qué tanto puede hacer uno?».
Añadió que aparte de la comida, ropa y cosas para el hogar, también debe costear medicinas, que es otro gasto adicional.
Luisa Monroy, dijo que su hija aprovechó para comprar «un telefonito pequeño porque a veces no podemos comunicarnos, ella vive en La Llovizna y así podemos estar comunicadas mejor», subrayó.
Buena parte de los profesores también mencionaron que ese dinero lo usaron en saldar deudas y se quedaron otra vez «limpios».
El comercio hizo su «agosto»
Por su parte, algunos comerciantes que no quisieron ser identificados destacaron que aumentaron las ventas y las compararon con un día de Navidad, «hay mucha gente. No sabría decir cuánto aumentaron las ventas, pero sí hemos vendido más».
En una pollera de la avenida Bolívar que estaba repleta, las ventas se incrementaron en un 80 %, al punto de tener 45 pedidos. Los comensales se quedaron esperando para que les sirvieran por más de media hora porque estaban asando más pollos.
En otro de los comercios resaltaron que el incremento oscila entre 40 y 70% aproximadamente, esto depende además del rubro que más ha solicitado el cliente, en este caso, el docente que acaba de percibir el pago de la deuda por parte de la Onapre.
Lo cierto es que los educadores agarraron el bono vacacional no para recreación sino que lo gastaron en un día e hicieron todo lo que no pueden con el exiguo salario que devengan.
Lea también:
Dulceros de El Corozo piden ayuda para reactivar negocios