Pese a que la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (LOPNNA) posee medidas y programas para la protección de menores de edad, cada día es más común ver a niños deambulando en las calles de Maturín.
Hoy en día, y con mayor frecuencia, es común observar niños en las calles, comercios, plazas y distintos establecimientos de Maturín, bien sea pidiendo dinero, vendiendo dulces o solicitando «algo de comer».
«Uno de cada 3 niños/as se va a dormir con hambre» en Venezuela, informó a través de su informe titulado «Una espada de Doble Filo» la Organización No Gubernamental (ONG) World Vision, en octubre de 2020.
La triste realidad de los niños se ha incrementado al pasar los años en Maturín. Algunos salen a la calle debido a las condiciones de vida de su grupo familiar: no hay comida o son mandados por sus parientes en busca de dinero, a veces para mantener vicios, o en el mejor de los casos, para el sustento diario.
En Maturín responsabilizan a los padres
La Verdad de Monagas consultó a diversos ciudadanos su opinión acerca de la situación de niños en la calle, algunos consideran que esto es responsabilidad de los padres. «Ellos son quienes deberían prever el pan diario y procurar sus hijos que estén en casa o estudiando», comentaron.
Preocupados por la situación y el aumento de niños en la calle, hacen un llamado a padres y autoridades competentes para que se ataque esta problemática que afecta la salud, seguridad, integridad y futuro de los menores.
Los maturineses consideran que, aunque no les incomoda o molesta se acerquen a pedirles, es triste y lamentable ver a tantos niños en plazas, buses y calles, incluso hurgando en los basureros, buscando algo de comer.
Desde inicios de la pandemia, en marzo de 2020, los transeúntes han notado con mayor regularidad la presencia de menores en toda la ciudad, sin importar la hora.
Aunque no existen datos oficiales u ONG que se encarguen del estudio, la percepción de los entrevistados es que, sin duda alguna, en todos los sectores de Maturín ha aumentado esta población vulnerable.
Nadie quiere hacerse cargo
La LOPNNA posee 10 tipos de medidas de protección y 12 programas para garantizar los derechos del niño o, en su defecto, preservarlos o restituirlos.
Entre los programas de atención se encuentran: asistencia, orientación, rehabilitación, prevención y de abrigo. Y las medidas de protección comprenden cuidado en el hogar propio, orden de tratamiento médico (psicológico o psiquiátrico), inclusive desunión de quien reciba algún maltrato.
Pero los niños no son atendidos según lo estipulado en la ley. El Estado debe garantizar políticas públicas dirigidas a asegurar la sobrevivencia y el desarrollo integral de todos los niños, niñas y adolescentes, así está establecido en el artículo 15 de la LOPNNA.
La ONG internacional World Vision alertó en noviembre de 2020 que, durante la pandemia, el trabajo infantil se incrementó en un 20 % respecto a años anteriores, y que, dentro de esa cifra, el 28 % están dedicados a la mendicidad y, al menos, el 19 % venden productos en las calles.
La ausencia de autoridades competentes y cifras dificultan conocer, a cabalidad, la magnitud y situación infantil en las distintas ciudades de Venezuela y Maturín no escapa a esta realidad.
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