Isabel II de Inglaterra ha decidido que no regresará al palacio de Buckingham, símbolo de la monarquía británica y sede de esa institución desde 1837.
De esta manera, la monarca realizará sus trabajos con mucho más tranquilidad y seguirá en contacto con la naturaleza, sus animales y sus recuerdos más preciados. No hay que olvidar que en Windsor se encuentran enterrados sus padres y su esposo con quien pasó allí los últimos días.
Además de la serenidad que la reina puede encontrar en ese palacio, tan querido por ella, también hay que tomar en cuenta que Buckingham se encuentra en trabajos de restauración, labores que por su complejidad, se extenderán hasta 2027, lo que lleva a pensar que el príncipe Carlos será el próximo monarca que vivirá allí.
De acuerdo a la prensa británica, los problemas de salud después de haber contraído Covid-19 y padecer más problemas de movilidad, llevaron a la reina a tomar esta decisión de mudarse y hacer de Windsor su residencia oficial.
Lo cierto es que sólo estará en Buckingham en fechas muy especiales, como podrían ser los días de la celebración del Jubileo de Platino. Por lo pronto, la Union Jack ondeará permanentemente en el palacio ya que sólo se arriaba cuando su majestad se encontraba allí.
Lea también:
Papa pide cese de guerra y respeto al derecho internacional en Ucrania