A pesar que cada vez los procesadores de los Android son más potentes con más memoria RAM y sistemas operativos más optimizados los móviles siguen presentando problemas de fluidez sobre todo si son de baja o media gama, por lo cual tener a la mano algunos consejos para optimizar la funcionabilidad nunca están demás y aquí te enseñamos algunos.
Descarga solo lo necesario en tu Android
Aunque parezca obvio para mejorar el rendimiento sólo debes tener las aplicaciones que utilizas verdaderamente en tu día a día o, incluso, algunas que uses de vez en cuando pero que te sean de verdadera utilidad, no puedes descargar todo lo que veas o recomienden si no lo vas a utilizar constantemente.
Esta recomendación también aplica para las fotos y vídeos que guardamos en el teléfono. Siempre que te sea posible intenta realizar copias de seguridad para mantener un buen porcentaje de la memoria de tu dispositivo libre.
Mantén el Homescreen organizado
¿Qué es el Homescreen? No es nada más que la pantalla de inicio y mantenerla ordenada y con pocos widgets marcará la diferencia. Estos elementos realizan actualizaciones en segundo plano y, por lo tanto, consumen parte de los recursos de la memoria RAM y del procesador de tu móvil.
Otra opción es descarga apps de mantenimiento, úsarlas y luego bórrarlas
Existen muchas aplicaciones que prometen mantener el teléfono optimizado, pero la realidad es que en muchas ocasiones no cumplen lo que prometen, por lo cual lo más recomendable es que descargues alguna una vez al mes hagas una limpieza de tu teléfono y luego las borres, sin embargo Files de Google, es una de las App que te permite limpiar el teléfono de archivos basura o, incluso, compartirlo con otros usuarios de forma fácil, es muy funcional y efectivo.
Descarga las versiones Lite de las App
Hay aplicaciones de uso constante que son muy pesadas por lo cual descargar su versión Lite ayudará a tu móvil estás son Facebook, Instagram, Skype, entre otras.
Si igual te siguen pareciendo mejores las originales puedes hacer que no corran en segundo plano cerrándolas en la multitarea, o bien, entrando en el gestor de aplicaciones (en los ajustes del sistema), y forzando su salida.
Actualiza tú teléfono
Si tienes un smartphone relativamente actual (unos dos años de antigüedad máximo), te recomendamos que lo actualices siempre a la última versión. Pero, si tu teléfono tiene más de dos años quizás no es lo más recomendable, aunque dado el caso puede que ni siquiera te lleguen actualizaciones importantes (cosas de los fabricantes y sus periodos de soporte).
Reduce la velocidad de las transiciones
Las transiciones es quizás uno de los aspectos más indicativos de la velocidad de un smartphone. En muchas ocasiones, la velocidad de estas es bastante lenta incluso al sacar nuestro nuevo teléfono de la caja. Pero esta característica se puede modificar fácilmente desde los ajustes internos.
Ve directo al apartado de información del teléfono, dentro de los ajustes de nuestro dispositivo, y pulsamos repetidamente en el apartado de “número de compilación”, se activará un nuevo apartado en ajustes que se llama “Opciones de desarrollador”.
¡Ojo! No te recomendamos que modifiques a menos que sepas exactamente lo que estás haciendo, ya que de lo contrario podrías afectar al rendimiento y funcionamiento de tu equipo. Pero lo que sí te recomendamos es que localices los tres apartados de “Escala de animación”. Si modificamos los valores al mínimo posible, notaremos que las transiciones van mucho mas rápido.
Apagar / Reiniciar el teléfono
Si al aplicar todos estos consejos sigues notando lentitud en el dispositivo, deberías probar a apagar o reiniciar tu dispositivo. Hay ocasiones en las que algún proceso del sistema operativo o de una app de terceros puede quedarse “colgado” y no llegue a finalizarse. Por este motivo, el apagar el teléfono hace que esos procesos finalicen por completo.
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