Este domingo 28 de noviembre en horas de la tarde, falleció el exgobernador de Delta Amacuro y Sucre, Emery Mata Millán, a quien conocían como «El Comanche».
Luego de muchas idas y venidas, logrando sortear en innumerables ocasiones los avatares de la muerte, la parca lo llevó. Plácida y calmadamente como fuera su personalidad, así partió un hombre que se constituyó en una leyenda en Delta Amacuro.
Lo espera el que fuera su primer ángel tutelar Carlos Andrés Pérez, acompañado de Raúl Leoni y Rómulo Betancourt, y los consecutivos dirigentes nacionales de diversos partidos, con los que pactó para sostenerse al frente del Ejecutivo.
Por ultimo, fundó MERI (Movimiento Electoral Regional Independiente) e incursionó, de soslayo, por las bandas, sin éxito en el chavismo.
De la mano de AD, de 1977 a 1979 fue gobernador designado del estado Sucre.
En 1992 fue el primer gobernador electo directamente en Delta Amacuro hasta el año 1994, siendo abanderado por Copei. Posteriormente, en 1995 vuelve a la Gobernación deltana hasta el año 2005.
El ingeniero de profesión, descansó finalmente luego de conocer los resultados del último proceso electoral, realizado el pasado 21 de noviembre, ponderando los cambios que se avecinan.
De acuerdo al portal Tane Tanae Mata Millán fue definido como un monstruo político, hiciera lo que hiciera, su mundo giraba alrededor del sector público, el activismo de calle, los menesteres de los partidos, los asuntos de Estado y las tareas de gobierno.
Muchos lo definían como el Maestro y acudían a él en busca de cátedra cuando de incursionar en una elección se trataba, era un extraordinario orientador y un inigualable guía.
Días antes de morir, nos contaba Sandy Rosas que alguien bromeando le dijo “levántate de esa silla que vamos a postularte a la gobernación”, y “El Comanche” le respondió “nada está escrito”.
Este constructor de Democracia, de la que hizo uso y abuso, se lleva consigo la percepción –colectiva- rotunda de ser un hombre de finas maneras, notable respeto y enorme amabilidad, legado que nada ni nadie le quitará.
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